PARROQUIA DE SANTA ANA Y SAN JOAQUÍN
Jueves 17 de julio de 2025
Semana XV del Tiempo Ordinario | Año Santo Jubilar | Mes de la Preciosa
Sangre de Cristo
“Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados”
Lecturas del día:
Éxodo 3, 13-20
Salmo 104: “El Señor nunca olvida sus promesas”
Evangelio según san Mateo 11,28-30
“Yo estaré contigo”: una promesa que sostiene y transforma
Queridos hermanos y hermanas:
La Palabra de Dios hoy nos conduce por un camino de encuentro, fidelidad y descanso. El libro del Éxodo nos lleva hasta la zarza ardiente, donde Moisés recibe su misión y, al mismo tiempo, la promesa que da sentido a todo: “Yo estaré contigo” (Ex 3,12). Una frase sencilla, pero que ha sostenido a creyentes de todas las generaciones.
Dios no llama desde lejos. Se hace presente. Va con nosotros en medio de los retos, del sufrimiento, del cansancio de la vida. Así lo experimentó el pueblo de Israel, oprimido por los egipcios, pero sostenido por una promesa: el Señor nunca olvida sus alianzas, como lo recuerda el salmo 104 de hoy.
Moisés: cuando la fragilidad se convierte en instrumento
Moisés, al sentirse incapaz, busca una justificación: “¿Y si me preguntan tu nombre?” Dios responde con la revelación de su ser eterno: “Yo soy el que soy”. Pero también con una acción concreta: “Yo los sacaré de Egipto con mano fuerte”. En otras palabras, no basta con saber que Dios existe. Lo que transforma la vida es descubrir que ese Dios existe para mí, camina conmigo y actúa en la historia.
Jesús: descanso para los corazones cansados
El Evangelio según san Mateo nos entrega una de las palabras más esperadas y necesarias de nuestro tiempo: “Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré”. ¡Qué bien conoce Jesús la realidad del corazón humano! Él no nos promete una vida sin problemas, sino un descanso verdadero en su amor.
Su yugo es suave, no porque desaparezcan los desafíos, sino porque cuando llevamos la vida con Él, todo encuentra sentido. El peso se vuelve ofrenda. La fatiga se convierte en esperanza. El dolor se transforma en redención.
Vivir este mes bajo la Sangre Redentora de Cristo
Julio es el mes en el que la Iglesia contempla con gratitud el misterio de la Preciosa Sangre de Cristo, derramada por nosotros en la Cruz. Esta Sangre no es símbolo de derrota, sino de victoria. No es simple recuerdo del pasado, sino fuente viva de gracia en el presente.
En este Año Santo Jubilar, en el que se nos ofrece la posibilidad de renovación interior y reconciliación, la Sangre de Cristo nos invita a acoger el perdón, a renovar nuestras promesas bautismales y a acercarnos a los sacramentos con mayor fervor. Especialmente a la Eucaristía, donde esa Sangre se hace presente para nuestra salvación.
Propuestas concretas para hoy, en clave jubilar y eucarística
Para meditar en el corazón
“El verdadero alivio no viene de evitar el sufrimiento, sino de abrazarlo con Cristo y desde Cristo”
Oración final
Señor Jesús,
Tú conoces nuestras cargas, nuestros fracasos y nuestra sed de esperanza.
Hoy queremos ir hacia Ti, como Tú mismo nos invitas.
Enséñanos a descansar en tu Corazón,
a caminar con tu yugo,
y a encontrar, en tu Sangre derramada,
el refugio, la paz y la fuerza que necesitamos para seguir adelante.
Amén.
¡Anímate, hermano! ¡No estás
solo! En tu cansancio, en tu lucha, en tu noche… Cristo camina contigo.
Él te dice hoy: "Ven a mí". No le cierres el corazón. Que este día
sea una oportunidad para comenzar de nuevo.
Parroquia de Santa Ana y San Joaquín
Año Santo Jubilar 2025 – Mes de la Preciosa Sangre
Caminar juntos, vivir en esperanza
Pbro. Alfredo Uzcátegui.
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