Sábado 14 de junio de 2025 –
Semana X del Tiempo Ordinario
Lecturas: 2 Corintios 5,14-21 – Salmo 102 – Mateo 5,33-37
Fiesta de San Eliseo – Año Santo Jubilar 2025
"Una vida nueva desde el Corazón de Cristo: Reconciliados para transformar el mundo"
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Hoy, en este sábado de la décima semana del Tiempo Ordinario, el Señor nos regala una Palabra profundamente esperanzadora. Vivimos este día bajo la intercesión del profeta San Eliseo, discípulo fiel de Elías, que nos inspira con su disponibilidad y obediencia total al llamado de Dios. Y en el contexto del Año Santo Jubilar 2025, este mensaje cobra una fuerza aún mayor: ¡somos llamados a ser embajadores de la reconciliación y protagonistas de una humanidad nueva!
1. El amor de Cristo nos apremia (2 Cor 5,14-21)
San Pablo nos recuerda una verdad que sostiene toda nuestra fe: Cristo murió por todos, y su amor es tan grande, tan absoluto, que ya no podemos vivir para nosotros mismos. Su muerte y resurrección inauguran una nueva creación. En Él, todo lo viejo ha pasado, todo ha sido hecho nuevo. ¡Esta es la gran noticia del Evangelio!
El apóstol nos entrega además una clave para nuestra misión cristiana: hemos sido reconciliados con Dios para convertirnos en ministros de reconciliación. No somos espectadores de una obra divina; somos colaboradores de Dios en la construcción de un mundo más humano, más justo, más compasivo. Este texto es, en sí mismo, una brújula para este Año Jubilar, cuya esencia es reconciliar, sanar y liberar.2. El Señor es compasivo y misericordioso (Salmo 102)
El salmista canta con el corazón lleno de gratitud: “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.” En un mundo que muchas veces se centra en la crítica, el desencanto o la indiferencia, hoy se nos invita a recordar los dones de Dios, sus perdones, su ternura, su compasión sin medida.
Este salmo se convierte en una pedagogía espiritual: recordar para agradecer, agradecer para confiar, confiar para amar. Es una llamada a mirar nuestra historia con ojos de fe y descubrir que, aún en nuestras caídas y heridas, Dios nunca nos ha abandonado. Él es el que “rescata tu vida del sepulcro, el que te colma de gracia y de ternura”. Este Jubileo es un tiempo para dejar que esta compasión nos sane y nos impulse a vivir con corazón renovado.
3. Que vuestro ‘sí’ sea ‘sí’ y vuestro ‘no’ sea ‘no’ (Mt 5,33-37)
Jesús, en el Evangelio de Mateo, no solo nos invita a decir la verdad: nos invita a vivir en la verdad. En un tiempo marcado por la ambigüedad, la falsedad, las promesas vacías y la manipulación del lenguaje, el Señor nos llama a una radical autenticidad.
Decir sí cuando es sí, y no cuando es no, no es solo una norma moral; es una expresión del reino de Dios que comienza en el corazón del hombre. En esta enseñanza, Jesús no anula la ley antigua, sino que la plenifica con la luz del amor y la coherencia. Nos invita a vivir una espiritualidad de la transparencia y la fidelidad, fundamentos esenciales para construir confianza en nuestras relaciones familiares, sociales y comunitarias.
4. San Eliseo: discípulo que hereda el Espíritu
Hoy celebramos también a San Eliseo, el profeta que pidió una doble porción del espíritu de Elías (cf. 2 Re 2,9). Él es símbolo de continuidad en la misión, de valentía profética y de fidelidad a la voluntad divina. San Eliseo no hizo promesas vacías: las cumplió con fe. Fue testigo de milagros, pero, sobre todo, fue instrumento del amor misericordioso de Dios en tiempos difíciles.
Su vida nos enseña que la vocación no se improvisa, sino que se cultiva con humildad, oración y disponibilidad. En este Año Jubilar, su testimonio nos invita a renovar nuestro “sí” al Señor, con alegría y entrega misionera.
5. Caminos jubilares para vivir este sábado con fe
En este sábado del Año Santo, la Iglesia nos anima a vivir con intensidad espiritual este tiempo de gracia:
Atrévete a reconciliarte: si hay alguien a quien no has perdonado, da el primer paso. El Jubileo es tiempo de sanar relaciones.
Haz una obra de misericordia: visita un enfermo, consuela un triste, comparte tu pan. Toda acción sencilla vivida con amor es camino de santidad.
Haz silencio interior y examina tu lenguaje: ¿soy veraz? ¿Vivo con coherencia entre lo que creo y lo que digo?
Participa del Sacramento de la Reconciliación: déjate abrazar por la misericordia del Padre, que te renueva por dentro.
Ora por la paz en Tierra Santa y en el mundo entero: la reconciliación comienza en nuestro interior, pero se proyecta a lo global. El Jubileo nos impulsa a ser artesanos de paz.
Esperanza para el futuro
Dios no se cansa de renovar su alianza con nosotros. No importa cuán fragmentado esté tu corazón, el amor de Cristo es más grande. Él te llama hoy, como a Eliseo, a seguirlo con fidelidad. Él te reconcilia en Cristo, como nos dice Pablo, para que seas testigo de su amor en medio del mundo.
En este sábado santo, abramos nuestro corazón al Espíritu, digamos “sí” con valentía, y permitamos que esta jornada sea una semilla de renovación que florezca en nuestras familias, en nuestra parroquia y en nuestra sociedad.
Oración final:
Señor Jesús, que diste tu vida por amor y nos reconciliaste
con el Padre,
renueva nuestro corazón para que vivamos con verdad,
compasión y fidelidad.
Haznos instrumentos de paz y alegría en este Año Santo Jubilar.
Por intercesión de San Eliseo, haznos valientes en la fe y disponibles en la
misión.
Amén.
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