Solemnidad de la Ascensión del
Señor – Domingo 1 de junio de 2025
Año Santo Jubilar – Mes del Sagrado Corazón de Jesús – Mes de la Familia en
Panamá
“Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo” (Lc 24,51)
Queridos hermanos en Cristo,
Hoy celebramos con profunda alegría la Solemnidad de la Ascensión del Señor, un misterio glorioso que marca la culminación de la obra redentora de Jesús y el inicio de una nueva etapa para la Iglesia: su misión evangelizadora en el mundo con la fuerza del Espíritu Santo. Es una fiesta de esperanza, de promesa cumplida y de envío. En este primer domingo de junio de 2025, también iniciamos el Mes del Sagrado Corazón de Jesús y celebramos el inicio del Mes de la Familia en Panamá, declarado oficialmente por la Ley N.º 305 del 31 de mayo de 2022, en vigor desde el 1 de junio.
I. La Ascensión del Señor: victoria y envío
El relato de los Hechos de los Apóstoles (1,1-11) nos muestra a Jesús resucitado instruyendo a los suyos durante cuarenta días, hablándoles del Reino de Dios y prometiéndoles el don del Espíritu Santo. Al ascender al cielo, no se despide con tristeza, sino con una misión: “Serán mis testigos hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8).
Este evento no representa una ausencia de Cristo, sino una presencia nueva y universal, en el corazón de cada creyente y en la vida sacramental de la Iglesia. Como bien nos enseña el Catecismo: “La Ascensión de Cristo significa la entrada definitiva de la humanidad de Jesús en el dominio celestial de Dios” (CEC 665).
El Evangelio de san Lucas (24,46-53) culmina con Jesús bendiciendo a sus discípulos antes de ser elevado al cielo. La bendición de Cristo sigue acompañándonos en nuestro peregrinar, y su Ascensión es garantía de que también nosotros estamos llamados a la gloria.
II. Una mirada hacia el cielo con los pies en la tierra
La Ascensión no es evasión ni fuga. Es un llamado a levantar la mirada y al mismo tiempo asumir nuestra responsabilidad cristiana. El salmo 46 lo expresa con júbilo: “Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya”.
La Iglesia no se queda mirando al cielo como los discípulos asombrados, sino que se lanza a la misión con renovada esperanza. San Pablo, en su carta a los Efesios (1,17-23), ruega para que seamos iluminados interiormente, para comprender la grandeza de la esperanza a la que hemos sido llamados y el poder de Cristo resucitado, que ya actúa en nosotros.
III. Vivir la Ascensión en el Año Santo Jubilar
Este Año Santo Jubilar 2025, convocado por el Papa León XIV como Peregrinos de la Esperanza, nos impulsa a vivir esta solemnidad con mirada de eternidad, pero con compromiso presente. La Ascensión es un anuncio de que no caminamos solos: Cristo está con nosotros “todos los días, hasta el fin del mundo” (cf. Mt 28,20).
En este contexto jubilar, la Ascensión nos invita a renovar nuestra vocación como discípulos-misioneros, llevando el amor de Cristo a las periferias del mundo, compartiendo con alegría la fe, la oración, los sacramentos y la caridad.
Proponemos a cada familia y comunidad realizar durante esta semana:
IV. Junio: mes del Sagrado Corazón y mes de la Familia
Este mes de junio resplandece con dos gracias especiales:
V. Una predicación de esperanza
Queridos hermanos, la Ascensión del Señor no es un final, sino un comienzo glorioso. Jesús ha abierto para nosotros las puertas del cielo, y desde lo alto sigue acompañando, intercediendo y bendiciendo a su Iglesia. No tengamos miedo de caminar en este mundo: nuestra meta está en el cielo, y nuestra fuerza es el Espíritu Santo.
A todos los padres de familia, matrimonios, abuelos, jóvenes, niños y catequistas: ¡Cristo cuenta con ustedes! Como María, la primera discípula y Reina de la Familia, sigamos diciendo “Sí” al llamado de Jesús.
Pensamiento final
“Cristo no se ha ido, solo ha cambiado de lugar para estar más cerca de todos.
La Ascensión es el acto de amor de un Dios que confía en nosotros”.
Oración final
Señor Jesús, que ascendiste al cielo para prepararnos un lugar, haz que caminemos con esperanza, mirando al cielo sin olvidar la tierra que debemos sembrar de amor. Derrama tu Espíritu sobre nuestras familias, sobre la Iglesia y sobre nuestra nación. Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confiamos. Amén.
Vivir la Ascensión en tres claves:
¡Feliz Solemnidad de la
Ascensión del Señor!
¡Feliz inicio del Mes de la Familia y del Mes del Sagrado Corazón!
¡Peregrinos de la Esperanza en el Año Jubilar 2025!
Parroquia de Santa Ana y San Joaquín
Panamá – 1 de junio de 2025
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