Ven esposa de Cristo, y recibe la corona que el Señor te ha preparado para toda la eternidad.
Santa Escolástica y San José Sánchez del Río: Testigos de la Esperanza
Lecturas del día:
Una historia que inicia en la esperanza
En este 10 de febrero de 2025, en la memoria de Santa Escolástica, virgen consagrada a Dios y hermana de San Benito, y de San José Sánchez del Río, joven mártir mexicano, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre el poder de la esperanza que nunca defrauda (spes non confundit), como nos recuerda la Bula de convocatoria para el Jubileo "Peregrinos de Esperanza".
Las lecturas de hoy nos llevan al origen de todo: la creación del mundo y la presencia sanadora de Cristo. En medio de nuestras propias tempestades, estas palabras nos recuerdan que todo lo que Dios ha hecho es bueno y que, al acercarnos a Jesús, encontramos sanación y renovación.
Dios crea y renueva: Un llamado a la confianza
El libro del Génesis nos presenta la primera parte del relato de la Creación. Dios, en su amor infinito, ordena el caos y llena el mundo de luz, de vida y de belleza. Cada elemento creado es bendecido con su bondad: "Y vio Dios que era bueno". Esta afirmación nos recuerda que la realidad en la que vivimos, a pesar de los sufrimientos y oscuridades, tiene un sello de esperanza porque proviene de las manos del Creador.
En este Año Santo Jubilar, somos llamados a redescubrir la belleza del mundo que Dios nos ha dado. Como peregrinos, aprendemos a ver la huella de Dios en la creación, a cuidar la casa común y a ser portadores de luz en medio de las tinieblas.
"Bendice, alma mía, al Señor"
El Salmo 103 es un himno de alabanza que brota del corazón del creyente que reconoce la grandeza de Dios. Al iniciar nuestra jornada diaria, debemos aprender a bendecir a Dios en todo momento, porque su amor y misericordia nos sostienen. La acción de gracias es la actitud propia del peregrino de esperanza, quien sabe que, a pesar de las dificultades, el Señor camina con él.
En este Jubileo, podemos hacer un compromiso concreto: cada día, al despertar, dedicar un momento a agradecer a Dios por su amor, su providencia y su acompañamiento en nuestra vida.
Cristo, la esperanza que sana
El Evangelio de San Marcos nos muestra a un Jesús que llega a Genesaret, donde la gente lo reconoce y, con fe, le llevan a los enfermos para que los sane. Bastaba con tocar el borde de su manto para quedar curados. Este pasaje nos habla de la cercanía de Dios con su pueblo. En Cristo encontramos la plenitud de la esperanza que no defrauda.
Hoy, en un mundo herido por el pecado, el sufrimiento y la desesperanza, necesitamos acercarnos a Cristo con la confianza de aquellos que lo buscaban en Genesaret. El Jubileo nos llama a abrir el corazón a su sanación, a experimentar la misericordia en el Sacramento de la Reconciliación y a ser testigos de la compasión con quienes sufren.
Santa Escolástica y San José Sánchez del Río: Modelos de fe y esperanza
Santa Escolástica es un modelo de oración perseverante. Su vida consagrada al Señor nos enseña que la verdadera esperanza se fortalece en la intimidad con Dios. Como cuenta la tradición, en su último encuentro con su hermano San Benito, Escolástica rogó a Dios que no se separaran aquella noche y el Señor respondió con una tormenta inesperada. Su confianza en el poder de la oración nos anima a orar sin cesar, especialmente en este Jubileo.
San José Sánchez del Río, joven cristero de 14 años, nos recuerda que la esperanza también implica valentía y testimonio. A pesar de la persecución y el martirio, nunca renegó de su fe, gritando hasta el último momento: "¡Viva Cristo Rey!". Su vida nos desafía a vivir con convicción y a no tener miedo de proclamar nuestra fe.
Peregrinos de Esperanza: Caminemos con gozo hacia el Jubileo
El Papa Francisco nos ha convocado a vivir el Año Santo 2025 bajo el lema "Peregrinos de Esperanza". Esto nos impulsa a caminar con renovada confianza en Dios, sabiendo que la esperanza cristiana no es una ilusión, sino una certeza fundamentada en el amor de Dios que nunca falla.
La Bula de convocatoria nos recuerda que la esperanza "no defrauda" (spes non confundit) porque está arraigada en el Espíritu Santo. Como comunidad parroquial, podemos vivir este tiempo de gracia con actos concretos:
Un canto de esperanza
En este día, renovemos nuestra confianza en el Señor. Como Santa Escolástica, creamos en el poder de la oración. Como San José Sánchez del Río, defendamos nuestra fe con valentía. Como los habitantes de Genesaret, acerquémonos a Jesús con fe, sabiendo que su amor transforma y sana.
Que este Año Santo Jubilar nos haga verdaderos "Peregrinos de Esperanza", portadores de la luz de Cristo en un mundo que tanto lo necesita. ¡Que nuestra vida sea un testimonio de que la esperanza en Dios nunca defrauda!
Jesús proclamaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. Mt 4,23
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