León XIV: Un Pastor según el Corazón de Cristo

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León XIV: Un Pastor según el Corazón de Cristo

“La paz sea con todos vosotros. Queridísimos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado.”
Con estas palabras llenas de esperanza y fe, el nuevo Papa León XIV se presentó al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro el 8 de mayo de 2025, tras ser elegido como el Sucesor número 267 de San Pedro. La Iglesia universal, aún con el eco de la despedida del Papa Francisco, acoge ahora con gozo al nuevo Vicario de Cristo, llamado a guiar al Pueblo de Dios en tiempos desafiantes y esperanzadores.

Un pontífice misionero, humilde y cercano

Robert Francis Prevost, nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Estados Unidos), es miembro de la Orden de San Agustín y posee también la ciudadanía peruana, fruto de décadas de servicio misionero en el país andino. Su vida ha estado marcada por una profunda espiritualidad, una vocación de servicio silencioso y una entrega incansable al Evangelio.

Durante más de 40 años, ejerció su ministerio en Perú, primero como formador y superior religioso, luego como obispo de Chiclayo. Su amor por América Latina, su cercanía con los más pobres, y su firmeza en la fe lo convirtieron en un pastor respetado y querido.

En 2023, fue nombrado Prefecto del Dicasterio para los Obispos, acompañando de cerca la vida episcopal de la Iglesia universal. Esta responsabilidad lo acercó aún más al corazón del Papa Francisco, quien confió en él por su prudencia, equilibrio y mirada pastoral.

Una elección con sabor a novedad y continuidad

El Cónclave de mayo de 2025, convocado tras el fallecimiento del Papa Francisco, reunió a 133 cardenales electores. En un clima de discernimiento, oración y comunión, fue elegido tras pocas votaciones. Su elección rompió barreras simbólicas, pues es el primer Papa estadounidense y agustino en la historia de la Iglesia.

Al elegir el nombre de León XIV, el nuevo Pontífice evoca la figura de grandes pastores de la historia, como León I "el Grande", defensor de la ortodoxia y del primado de Roma, y León XIII, padre de la doctrina social de la Iglesia. Su elección de este nombre señala una voluntad de renovar la misión de la Iglesia con sabiduría, firmeza doctrinal y apertura evangélica.

Un pontificado marcado por la esperanza y la unidad

En sus primeras palabras, el Papa León XIV ha afirmado:

“El mal no prevalecerá. Caminemos sin miedo, con el corazón abierto a la novedad del Espíritu Santo.”

Estas palabras resuenan como un llamado profético a los católicos del mundo a no dejarse vencer por la desesperanza, a enfrentar los desafíos de la secularización, la guerra, el dolor de los migrantes y el grito de los pobres y de la tierra, con una fe firme y una caridad activa.

Se espera que su pontificado profundice las reformas eclesiales iniciadas por el Papa Francisco, especialmente en la sinodalidad, la transparencia, la opción por los pobres y la promoción de la paz. Su experiencia como formador de religiosos, obispo en tierra misionera y colaborador del Vaticano le otorgan una mirada amplia, capaz de tender puentes entre culturas, sensibilidades y generaciones.

Una invitación a orar por el nuevo Papa

Como Iglesia parroquial, nos unimos al júbilo de la Iglesia universal y al mismo tiempo renovamos nuestro compromiso de orar por él. Así lo pide el mismo Cristo a Pedro:

“Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca; y tú, cuando te conviertas, confirma a tus hermanos” (Lc 22,32).

Pedimos a Dios que León XIV sea un pastor según el Corazón de Cristo, valiente como Pedro, fiel como Pablo, tierno como Juan, sabio como Agustín y humilde como Francisco. Que bajo su guía, la Iglesia avance unida como Pueblo de Dios en salida, discípula misionera y portadora de la esperanza que no defrauda.

En este Año Santo Jubilar, recemos juntos:

Oración por el Papa León XIV:

Señor Jesucristo, Buen Pastor,
tú que elegiste a tu siervo León XIV
como sucesor del apóstol Pedro,
concédele sabiduría, fortaleza y humildad.
Haz que guíe a tu Iglesia con fidelidad,
siempre abierto a tu Espíritu Santo.
Protégelo con el manto de tu Madre,
y haz que sea instrumento de unidad, paz y justicia.
Amén.

¡Viva el Papa! ¡Viva León XIV! ¡Viva Cristo Rey!

 

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