Viernes de la Primera Semana de Adviento: Memoria de San Nicolás de Bari, Obispo (Santa Klaus).
“El Señor es mi luz y mi salvación” (Salmo 26)
En este viernes de Adviento, la liturgia nos invita a reflexionar sobre la esperanza que brota del corazón del profeta Isaías, el consuelo del Salmo 26, y la acción transformadora de Cristo que vemos en el Evangelio. Además, celebramos la memoria de San Nicolás de Bari, ejemplo vivo de caridad y santidad que ilumina nuestro camino hacia el Jubileo de 2025: *“Peregrinos de la esperanza”*.
Primera lectura: Isaías 29, 17-24
El profeta Isaías nos presenta un mensaje de transformación y restauración: los sordos escucharán, los ciegos verán, y los humildes se alegrarán en el Señor. Este pasaje es un anuncio profético del Mesías, cuya llegada renovará el mundo entero, restaurando la justicia y la verdad. En este Adviento, somos invitados a reconocer que Jesús es la plenitud de esa esperanza anunciada: Él hace nuevas todas las cosas.
Salmo 26: “El Señor es mi luz y mi salvación”
El salmista proclama la confianza en Dios, quien es luz en medio de las tinieblas y fortaleza en la adversidad. Este Salmo es una oración de abandono y confianza plena, un eco del Adviento que nos llama a esperar con seguridad en el Señor, nuestra luz que nunca se apaga.
Evangelio: Mateo 9, 27-31
La escena de los dos ciegos que siguen a Jesús pidiendo misericordia refleja nuestra propia condición: muchas veces vivimos en una ceguera espiritual, incapaces de ver el amor de Dios en nuestras vidas. Jesús, al devolverles la vista, no solo sana su cuerpo, sino que transforma su fe. Ellos, llenos de gratitud, se convierten en mensajeros de esperanza, proclamando las maravillas del Señor.
San Nicolás de Bari: Ejemplo de Santidad y Esperanza
San Nicolás, obispo de Myra en el siglo IV, es conocido por su extraordinaria caridad y profunda fe. Sus acciones concretas, como ayudar a los pobres y proteger a los indefensos, encarnan las virtudes cristianas que se nos invitan a imitar en este Adviento.
Entre los relatos más emblemáticos de su vida está el de las tres jóvenes que no podían casarse debido a la pobreza de su familia. Nicolás, movido por el amor cristiano, arrojó bolsas de oro por la ventana de su casa para proporcionarles una dote. Este acto discreto y generoso nos invita a vivir una fe que se traduce en obras de amor concretas.
San Nicolás también defendió la fe en tiempos de controversia, participando en el Concilio de Nicea, donde combatió la herejía arriana. Su legado nos recuerda la importancia de permanecer firmes en la verdad de Cristo y de ser testigos valientes de nuestra fe en medio de los desafíos.
Frase de San Nicolás para meditar:
"Haced el bien en secreto, y vuestro Padre, que ve en lo secreto, os recompensará."
A la luz del Magisterio de la Iglesia
El Papa Francisco, al reflexionar sobre la esperanza, nos recuerda que esta es “la virtud de un corazón que no se encierra en la oscuridad, que no se detiene en el pasado, sino que sabe ver el mañana”. En este contexto, la memoria de San Nicolás y las lecturas de hoy nos impulsan a caminar hacia el Jubileo 2025 como peregrinos de la esperanza, conscientes de que Cristo es nuestra luz y salvación.
El Catecismo de la Iglesia Católica (CEC, 1817) señala que la esperanza nos impulsa a desear y esperar la vida eterna prometida por Dios, confiando en sus méritos y no en nuestras propias fuerzas. Este Adviento, se nos llama a vivir esa esperanza activa, comprometida con el prójimo y cimentada en la certeza de que Cristo ya ha vencido la oscuridad.
Reflexiona sobre las áreas de tu vida donde necesitas recuperar la visión espiritual. ¿Qué áreas permanecen cegadas por el miedo, la duda o la falta de fe? Como los ciegos del Evangelio, clama: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”
Siente la alegría que brota de la luz de Cristo. Él es nuestra esperanza en medio de las tinieblas y la razón de nuestra confianza. Deja que esta certeza te llene de paz, especialmente en los momentos de incertidumbre.
Haz un acto concreto de caridad inspirado en San Nicolás. Puede ser un gesto discreto hacia alguien necesitado o un momento de reconciliación con alguien cercano. Vive la fe con obras que reflejen el amor de Dios en este tiempo de Adviento.
Elementos para el Camino al Jubileo 2025
1. Peregrinos de la Esperanza:
El Jubileo 2025, con el lema “Peregrinos de la esperanza”, nos invita a redescubrir que somos un pueblo en camino hacia la plenitud del Reino de Dios. Adviento es un tiempo perfecto para renovar esta conciencia y preparar nuestros corazones.
2. Práctica de la Caridad:
Imitar a San Nicolás nos recuerda que la preparación para el Jubileo comienza con acciones concretas que reflejen la luz de Cristo. Comprométete a ser un instrumento de esperanza en tu familia, comunidad y parroquia.
3. Vida de Oración:
Este Adviento, intensifica tu oración. Pide al Señor que abra tus ojos espirituales para reconocer su presencia en tu vida. Dedica tiempo a la adoración eucarística y a la lectura orante de la Palabra de Dios.
Legado de San Nicolás y la Santidad a Nuestro Alcance
San Nicolás vivió el Evangelio con radicalidad, siendo una luz en su tiempo. Su ejemplo nos muestra que la santidad no es algo reservado para unos pocos, sino un llamado para todos. Como él, estamos llamados a ser testigos vivos del amor de Dios, construyendo un mundo donde la esperanza y la caridad sean visibles.
Al acercarnos al Jubileo 2025, preparemos nuestro corazón como verdaderos peregrinos. Caminemos iluminados por la luz de Cristo, llevando su esperanza a todos los rincones.
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?” (Salmo 26). Que estas palabras nos acompañen en nuestro caminar hacia la Navidad y nos impulsen a vivir como discípulos comprometidos, confiando siempre en la promesa del Señor.
-Por: Padre Alfredo Uzcátegui.
Vicario parroquial
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