San Claudio de la Colombière:
Testimonio de Fidelidad y Esperanza en el Corazón de Cristo
15 de febrero de 2025 – Memoria de San Claudio de la Colombière
En este día en que la Iglesia celebra la memoria de San Claudio de la Colombière, sacerdote jesuita y fiel apóstol del Sagrado Corazón de Jesús, la liturgia de la Palabra nos invita a contemplar la fidelidad de Dios y su amor inquebrantable. San Claudio, director espiritual de Santa Margarita María de Alacoque, jugó un papel crucial en la difusión de la devoción al Corazón de Jesús, recordándonos que, aun en medio de nuestras debilidades y pecados, el amor de Dios nos busca incansablemente. En este contexto del Año Santo Jubilar 2025, Peregrinos de Esperanza, la figura de San Claudio nos impulsa a renovar nuestra confianza en la misericordia divina y a caminar con firmeza en la fe.
La caída y la promesa de redención (Génesis 3,9-24)
La primera lectura de hoy nos sumerge en uno de los pasajes más dolorosos de la Sagrada Escritura: la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. Dios pregunta: "¿Dónde estás?", no porque ignore la respuesta, sino porque busca restaurar la relación quebrantada por el pecado. A pesar de la desobediencia, Dios no abandona al hombre. La promesa de redención, contenida en el protoevangelio (Génesis 3,15), nos muestra que incluso en la caída, Dios tiene un plan de salvación. La humanidad fue herida, pero no desamparada. San Claudio nos recuerda que el Corazón de Jesús es ese refugio donde encontramos la gracia que nos restaura y nos permite reemprender el camino hacia la santidad.
Tú eres, Señor, nuestro refugio (Salmo 89)
El salmista exclama: "Tú eres, Señor, nuestro refugio". En un mundo donde la incertidumbre y la fragilidad humana parecen imponerse, el creyente encuentra seguridad en Dios. San Claudio vivió este abandono confiado al Señor, incluso en tiempos de prueba y enfermedad. En el Año Jubilar 2025, este salmo resuena con especial fuerza, pues como peregrinos de esperanza, estamos llamados a redescubrir que nuestra verdadera morada es Dios mismo. Cuando el corazón se vuelve a Él, todo encuentra sentido.
Jesús, Pan de Vida que sacia toda necesidad (Marcos 8,1-10)
El Evangelio de hoy nos presenta la multiplicación de los panes y los peces. Jesús, movido por la compasión, alimenta a la multitud hambrienta. Este milagro es signo del Banquete Eucarístico, en el que Cristo nos ofrece el Pan de Vida. En San Claudio encontramos un ardiente amor a la Eucaristía, donde experimentó el infinito amor del Corazón de Jesús. En este Año Santo, la Iglesia nos llama a profundizar en nuestra relación con la Eucaristía, fuente y cumbre de nuestra esperanza.
San Claudio y el Jubileo 2025: Vivir como peregrinos de esperanza
En este Año Jubilar, bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, estamos llamados a recorrer nuestro propio camino de conversión, con los ojos puestos en Cristo. San Claudio de la Colombière nos enseña que confiar en el Corazón de Jesús transforma nuestras vidas. En su testimonio encontramos tres claves para vivir este tiempo de gracia:
Renovemos nuestra confianza en el Corazón de Jesús
En esta memoria de San Claudio de la Colombière, la Iglesia nos recuerda que no estamos solos. Como él, pongamos nuestra vida en manos del Señor, confiando en que Él nos conduce con amor. En este Año Jubilar, vivamos como peregrinos de esperanza, con la certeza de que el Corazón de Jesús es nuestra fortaleza. Que la Virgen María, modelo de confianza y entrega, nos guíe en este camino hacia la plenitud de la gracia. ¡Cristo nos llama a la esperanza, sigamos adelante!
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