23
JUN
2025

Sal de tu tierra y pon tu esperanza en el Señor



Parroquia de Santa Ana y San Joaquín – Lunes 23 de junio de 2025
Semana XII del Tiempo Ordinario – Año Santo Jubilar
"Sal de tu tierra y pon tu esperanza en el Señor"

1. Palabra que ilumina el camino

En este lunes de la duodécima semana del Tiempo Ordinario, la liturgia de la Palabra nos invita a contemplar el inicio de la gran historia de la fe: el llamado de Abram. Escuchamos en el Libro del Génesis 12,1-9 cómo Dios pronuncia un imperativo que transformará no solo la vida de un hombre, sino la historia entera de la salvación:

“Sal de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré”.

La obediencia de Abram, su prontitud para dejar todo lo conocido por una promesa aún invisible, constituye el modelo por excelencia de la fe: confianza total en la Palabra de Dios, aun cuando no se ve con claridad el horizonte.

Hoy, en este Año Santo Jubilar, somos invitados también nosotros a hacer un éxodo interior, a salir de nuestras zonas de confort, de nuestros egoísmos, de nuestros miedos paralizantes y a emprender con fe el camino hacia una vida nueva en Cristo. La gracia del Jubileo es esta: el impulso divino que nos permite comenzar de nuevo, con corazón renovado y mirada puesta en el cielo.

2. La esperanza en el Señor, no en los juicios humanos

El Salmo 32 proclama con confianza:

“En el Señor está nuestra esperanza, como escudo protector”.

En un mundo donde la opinión pública, los juicios mediáticos y las redes sociales parecen tener la última palabra, la liturgia de hoy nos recuerda que el juicio definitivo pertenece a Dios. No somos los señores del bien y del mal. Por eso, el Evangelio según San Mateo 7,1-5 nos da una lección concreta y profunda:

“No juzguen y no serán juzgados… ¿cómo puedes decir a tu hermano: ‘deja que te saque la mota del ojo’, teniendo una viga en el tuyo?”.

Jesús nos invita a una mirada misericordiosa, paciente, fraterna. No podemos aspirar a una vida santa mientras nuestro corazón esté lleno de críticas, comparaciones o condenas. La verdadera conversión empieza cuando dejamos de ver al otro como rival o amenaza y comenzamos a verlo como hermano redimido por el mismo amor de Cristo.

3. San José Cafasso: esperanza en los márgenes

Hoy también recordamos con gratitud a San José Cafasso, sacerdote turinés del siglo XIX, conocido como “el sacerdote de la horca”, porque acompañaba con ternura y firmeza a los presos y condenados a muerte. En una época de enorme rigidez social, él vivió el Evangelio con radicalidad: llevó consuelo donde solo había miedo, luz donde reinaban las sombras del crimen, y esperanza donde todo parecía perdido.

Su vida es una señal profética para nuestra Iglesia hoy. En este Jubileo, estamos llamados a abrir las puertas de la misericordia a todos, también a quienes han caído más hondo. No olvidemos lo que dice el Catecismo:

“La misericordia no se opone a la justicia, sino que la perfecciona” (cf. CIC 2840).

4. Vivir este Año Santo como peregrinos de esperanza

La vida de fe es un camino, una peregrinación constante hacia la plenitud de Dios. En este Año Jubilar, no estamos solos: caminamos como Iglesia, animados por la Palabra, sostenidos por los sacramentos, acompañados por la intercesión de los santos.

Algunas sugerencias concretas para vivir este día jubilar:

  • Haz una visita al Santísimo Sacramento y deja allí tus preocupaciones. Sal de ti mismo como Abram, confiando en que el Señor te mostrará su tierra de promesas.
  • Pide perdón si has juzgado a alguien en tu familia, comunidad o trabajo. Cambia el juicio por oración.
  • Haz un gesto de misericordia concreta: una llamada, una visita, una ayuda silenciosa… como San José Cafasso lo hacía con los más olvidados.
  • Reza por los presos, los condenados y los abandonados, y también por quienes trabajan en el sistema penitenciario. Que cada uno pueda encontrar en Cristo una oportunidad de redención.

Pensamiento: La fe es caminar con Dios sin saber a dónde me lleva, pero seguro de que me ama.

Sentimiento: Señor, enséñame a confiar como Abram, a mirar a mis hermanos con misericordia, a servir a los que están en la oscuridad con la luz de tu Palabra.

Acción: Hoy tomaré un tiempo para orar con Génesis 12 y Mateo 7, y pediré la gracia de salir de mis juicios para caminar en esperanza.

Oración Final

Señor Jesús,
que llamaste a Abram a salir de su tierra y le diste una promesa de vida,
llámanos hoy a nosotros a salir del egoísmo, del juicio y del miedo.
En este Año Santo, haznos peregrinos de esperanza,
constructores de una Iglesia más misericordiosa,
testigos de tu Reino en los márgenes del mundo.
Por la intercesión de San José Cafasso,
danos un corazón compasivo que abrace al que sufre,
y una fe ardiente que camine contigo hacia la tierra prometida.
Amén.

Parroquia de Santa Ana y San Joaquín
Camino hacia el Jubileo, con fe viva y esperanza activa.

 

Pbro. A.J.U.M.


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