Miércoles III de Adviento: San Rufo y Zósimo
En este miércoles de la tercera semana de Adviento, la liturgia nos invita a reflexionar profundamente sobre el cumplimiento de las promesas de Dios y a preparar nuestros corazones para recibir a Cristo con esperanza renovada. Las lecturas de hoy, junto con la memoria de los santos Rufo y Zósimo, nos iluminan en este camino de espera activa y gozosa.
La promesa del Mesías: Jeremías 23, 5-8
El profeta Jeremías nos presenta una visión llena de esperanza: “Yo haré surgir un renuevo en el tronco de David”. Este pasaje anuncia la llegada de un Rey justo, quien gobernará con sabiduría y traerá salvación a su pueblo. Este "renuevo" es Jesús, el Mesías esperado, que cumple las promesas hechas a Israel.
En el contexto histórico de Jeremías, el pueblo estaba en el exilio, experimentando la pérdida de su tierra y de su identidad. Sin embargo, Dios promete restaurar a su pueblo, no solo llevándolos de regreso a su tierra, sino también estableciendo un reinado de justicia y paz. Esta profecía encuentra su plenitud en Jesús, quien no solo restaura, sino que lleva a la humanidad hacia una nueva alianza basada en el amor y la misericordia.
El Salmo 71: Ven, Señor, rey de justicia y de paz
El Salmo responsorial clama por un rey que gobierne con justicia y defienda a los más pobres y necesitados. Este salmo se convierte en nuestra oración durante el Adviento: pedimos que Cristo, el Rey de justicia y de paz, reine en nuestros corazones y en nuestro mundo. Su venida transforma las estructuras de pecado y opresión, y nos invita a ser instrumentos de su justicia en nuestras comunidades.
El cumplimiento de la promesa: Mateo 1, 18-24
El Evangelio de Mateo nos relata el anuncio del nacimiento de Jesús desde la perspectiva de José. Este pasaje nos revela la importancia de la obediencia y la confianza en los planes de Dios. José, descrito como un hombre justo, enfrenta un dilema difícil, pero su fe lo lleva a aceptar la voluntad divina.
El ángel del Señor le dice: “José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo”. Este mensaje nos recuerda que los planes de Dios a menudo superan nuestra comprensión, pero siempre son para nuestro bien y el cumplimiento de su promesa de salvación.
Luz desde el Magisterio de la Iglesia
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que la encarnación del Hijo de Dios es el cumplimiento de las promesas hechas a Abraham y a su descendencia (CIC 422). En Jesús, encontramos la plenitud de la revelación divina y la certeza de que Dios está con nosotros (“Emmanuel”). Además, el Papa Francisco nos invita a vivir el Adviento como un tiempo de renovación espiritual, dejando que la luz de Cristo ilumine nuestras vidas y nos transforme en testigos de su amor.
Dios es fiel a sus promesas. En Cristo encontramos la plenitud de la justicia, la paz y la esperanza. Recordemos que cada momento de espera en nuestras vidas es una oportunidad para confiar en Él y renovar nuestra fe.
Dejemos que la confianza de José inspire nuestros corazones. Aunque enfrentemos incertidumbres, la fe nos asegura que Dios tiene un plan perfecto para nosotros. Sintamos la paz que viene de saber que Él está siempre con nosotros.
Visualicemos un tronco seco del que brota un renuevo verde y lleno de vida. Este renuevo simboliza a Jesús, quien trae nueva vida y esperanza al mundo.
En este tiempo de Adviento, practiquemos la justicia y la misericordia. Identifiquemos una situación en nuestra comunidad donde podamos ser instrumentos de paz: ayudar a una familia necesitada, visitar a un enfermo o reconciliarnos con alguien.
Preparación para el Jubileo 2025: Peregrinos de la esperanza
El Jubileo del año 2025, que iniciaremos el próximo 24 de diciembre, nos invita a ser peregrinos de la esperanza. Vivamos este Adviento como un tiempo de preparación espiritual, fortaleciendo nuestra fe a través de la oración, los sacramentos y las obras de caridad. Caminemos juntos como Iglesia, llevando la luz de Cristo al mundo.
Que este Miércoles de Adviento sea un paso más en nuestro camino hacia la Navidad, renovando nuestra esperanza y comprometiéndonos a ser testigos del amor de Dios en nuestras vidas y en nuestra comunidad.
Página web desarrollada con el sistema de Ecclesiared