El Bautismo del Señor: Una Llamada a Renovar Nuestra Esperanza y Vocación Cristiana
Hoy, 12 de enero de 2025, celebramos el Bautismo del Señor, una fiesta que cierra el Tiempo de Navidad y nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad como hijos de Dios y peregrinos de esperanza en este Año Jubilar 2025. La liturgia de este día nos presenta una visión renovada de nuestra fe a través de las lecturas de Isaías, Tito y el Evangelio según San Lucas. Estas lecturas nos desafían a vivir nuestra vocación bautismal con autenticidad, esperanza y compromiso.
El Siervo de Dios: Modelo de Justicia y Luz para las Naciones
La primera lectura, del libro del profeta Isaías (42, 1-4.6-7), nos presenta la figura del Siervo de Dios, en quien el Señor se complace. Este Siervo es humilde, no grita ni alza la voz, y lleva justicia con mansedumbre. En este pasaje encontramos un llamado a encarnar la justicia de Dios en nuestra vida cotidiana, especialmente en un mundo marcado por la indiferencia y la injusticia.
El Papa Benedicto XVI nos recordó que "la justicia de Dios no es una justicia que condena, sino que salva". Este mensaje resuena con fuerza en el contexto del Jubileo de la Esperanza, un tiempo de gracia en el que estamos llamados a ser instrumentos de reconciliación y luz para quienes viven en las sombras del dolor y la desesperanza.
La Gracia de Dios, Fuente de Salvación
San Pablo, en su carta a Tito (2,11-14; 3,4-7), nos habla de la manifestación de la gracia de Dios, que trae la salvación para todos. Esta gracia nos educa a renunciar a los deseos mundanos y a vivir en justicia y piedad. Además, nos recuerda que somos salvados no por nuestras obras, sino por la misericordia de Dios, a través del baño del bautismo y la renovación del Espíritu Santo.
Esta transformación comienza en nuestro corazón y se extiende a nuestras comunidades, invitándonos a vivir como testigos de la gracia redentora de Dios.
El Bautismo de Jesús: Una Revelación de Amor y Misión
El Evangelio según San Lucas (3,15-16.21-22) nos presenta el momento del bautismo de Jesús, donde el cielo se abre, el Espíritu Santo desciende en forma de paloma y la voz del Padre proclama: "Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco". Este acontecimiento es una manifestación trinitaria y un recordatorio de nuestra propia vocación bautismal.
El Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre el bautismo como el inicio de nuestra misión cristiana. Él afirma: "El bautismo nos introduce en el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y nos lanza a la misión de anunciar la Buena Nueva". En este Año Jubilar, renovemos nuestro compromiso de ser misioneros de esperanza, llevando el mensaje del Evangelio a todos los rincones de la sociedad.
Vivir el Jubileo como Peregrinos de Esperanza
En este Año Jubilar 2025, somos llamados a ser peregrinos de esperanza, siguiendo las huellas de Cristo. Esto implica:
Aplicando la Palabra de Dios a Nuestra Vida
Conclusión
El Bautismo del Señor es una invitación a renovar nuestra vocación cristiana y a vivir como peregrinos de esperanza en este Año Jubilar 2025. Que la gracia del Espíritu Santo nos impulse a ser luz para las naciones, instrumentos de justicia y testigos del amor de Dios. Caminemos juntos, fortalecidos por la Palabra y los sacramentos, hacia un futuro lleno de esperanza y redención.
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