Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua, dice el Señor; y los que no tienen dinero, vengan y beban con alegría. Is 55,1
Peregrinos de Esperanza: Una Invitación a la Renovación y al Encuentro con Dios en este Tiempo de Cuaresma
Hermanos y hermanas en Cristo,
En este martes, 1 de abril de 2025, el tiempo de Cuaresma nos invita a una reflexión más profunda y a prepararnos para la gran celebración de la Pascua. Hoy, nuestra reflexión se centra en las lecturas del Libro del profeta Ezequiel (47,1-9.12), del Salmo 45 y del santo Evangelio según San Juan (5,1-3a.5-16), entrelazando la memoria de San Hugo de Grenoble y nuestro recorrido espiritual en este mes dedicado a la Eucaristía y al Divino Espíritu Santo.
1. Aguas que dan vida: Ezequiel 47,1-9.12 La visión del templo de Ezequiel nos presenta un río cuyas aguas traen vida dondequiera que fluyen. Este río simboliza la presencia vivificante de Dios, que transforma y renueva. En cada Eucaristía, Jesucristo se hace presente, actualizando su sacrificio redentor y ofreciéndose como fuente de agua viva que purifica, sana y da vida eterna. En este Año Santo, somos llamados a acercarnos más a esta fuente inagotable para saciar nuestra sed más profunda, la sed de Dios.
2. "Con nosotros está Dios, el Señor": Salmo 45 Este salmo refuerza la certeza de que Dios está siempre con nosotros, especialmente en los momentos de tribulación y desafío. En este tiempo de Cuaresma, al reflexionar sobre nuestra vida y nuestras acciones, el salmo nos recuerda que no estamos solos; Dios camina con nosotros. Al igual que el río de Ezequiel, la presencia de Dios en nuestras vidas es una fuente constante de fortaleza y consuelo.
3. Encuentros transformadores: Juan 5,1-3a.5-16 El evangelio de hoy nos narra la curación del paralítico en Betesda. Jesús, al sanarlo, muestra su poder de transformación y su interés por cada persona. Cada Misa es un encuentro transformador con Cristo, donde Él nos invita a levantarnos de nuestras parálisis espirituales y a caminar en una vida nueva. Este es el mensaje esperanzador que debemos llevar en este Año Santo: un llamado a la conversión y al encuentro personal con Jesús.
4. Memoria de San Hugo de Grenoble San Hugo, cuya fiesta recordamos hoy, fue un hombre de profunda espiritualidad y reformador eclesiástico. Su testimonio de vida y su dedicación al servicio de Dios nos enseñan la importancia de una fe viva y activa. San Hugo nos recuerda que nuestra peregrinación cristiana está marcada por constantes llamados a la santidad y a la renovación de nuestra vida y nuestra comunidad.
5. Abril: Mes de la Eucaristía y el Divino Espíritu Santo El mes de abril, dedicado a la Eucaristía y al Espíritu Santo, nos recuerda que estamos llamados a vivir en constante comunión con Cristo. La Eucaristía, como sacrificio y banquete, nos nutre y nos prepara para ser testigos de Cristo en el mundo. Este tiempo pascual, que se extiende a través de abril, es un tiempo privilegiado para renovar nuestra fe y fortalecer nuestro compromiso de vivir según el Espíritu, que nos guía hacia toda la verdad y la caridad.
En conclusión, hermanos y hermanas, este tiempo de Cuaresma y el mes de abril nos invitan a ser "Peregrinos de Esperanza". A través de la oración, la reflexión y la Eucaristía, caminemos juntos hacia una renovación espiritual que nos prepare para celebrar con gozo y esperanza la Resurrección de nuestro Señor. Que San Hugo de Grenoble interceda por nosotros y nos ayude a ser testigos del amor y la misericordia de Dios en nuestro mundo.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones,
Padre Alfredo Uzcátegui. (Vicario parroquial).
Crea en mí, Señor, un corazón puro y devuélveme tu salvación, que regocija. Sal 50,12.14
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