“No he venido a traer paz, sino espada” (Mt 10,34): La fidelidad radical al Evangelio en tiempos de prueba

Parroquia de Santa Ana y San Joaquín
Lunes 14 de julio de 2025
Semana XV del Tiempo Ordinario – Año Santo Jubilar 2025
Memoria de San Camilo de Lelis, presbítero
Mes dedicado a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo

“No he venido a traer paz, sino espada” (Mt 10,34): La fidelidad radical al Evangelio en tiempos de prueba

En este lunes de la XV Semana del Tiempo Ordinario, la Palabra de Dios nos introduce con fuerza en la experiencia de la fe probada, del compromiso cristiano que no huye del conflicto, y de la esperanza que brota de la fidelidad al Señor. En el marco del Año Santo Jubilar 2025 y durante este mes de julio consagrado a la devoción a la Preciosísima Sangre de Cristo, contemplamos a Jesús que no suaviza su mensaje: seguirlo significa estar dispuesto incluso a dividir, si es necesario, en aras de la verdad y el amor supremo a Dios.

I. Lectura del día: Éxodo 1,8-14.22

La primera lectura nos sitúa en Egipto, donde un nuevo faraón, que no conocía a José, comienza a oprimir al pueblo de Israel. Se trata de una escena de esclavitud, de dolor, de una humanidad explotada y temerosa. Sin embargo, esta situación prepara el terreno para una liberación poderosa: Dios no ha olvidado a su pueblo. La historia de la salvación se forja también en medio de la aflicción. El clamor de los oprimidos llega a Dios, y Él responde.

Mensaje central: Incluso cuando parece que todo se cierra y que el mal triunfa, Dios está obrando silenciosamente para liberar a su pueblo. Su promesa no falla.

II. Salmo 123: “Nuestra ayuda es invocar al Señor”

Este salmo es una oración de confianza que nace del alma agradecida del pueblo que ha sido salvado. Reconoce que, sin la intervención divina, las aguas de la aflicción nos habrían arrastrado. Pero el Señor ha sido nuestra defensa y nuestra esperanza.

Oración salmódica para hoy:
“El lazo se rompió y escapamos. Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.”

III. Evangelio: Mateo 10,34-11,1

Jesús advierte a sus discípulos que su mensaje, lejos de ser siempre tranquilizador, exigirá opciones radicales. Amar más a padre o madre que a Él no es digno del Reino. Cargar la cruz y seguirlo es indispensable. Pero también asegura que ni un solo gesto de amor —como dar un vaso de agua por ser discípulo suyo— quedará sin recompensa.

Frase clave para meditar:
“El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.”

Este evangelio no promueve el conflicto familiar, sino que nos llama a amar a Dios por encima de todo. Nos recuerda que la fidelidad al Evangelio puede traer incomprensiones, incluso dentro del entorno más cercano. Pero allí donde hay entrega, hay fecundidad, y la sangre del testimonio —como la Sangre de Cristo— no es inútil: redime, transforma y fecunda.

IV. Vivir el Año Santo Jubilar 2025: Entre cruz y misión

En este Año Jubilar estamos llamados a renovar nuestra esperanza, nuestra fe y nuestra caridad. El Evangelio de hoy nos invita a purificar nuestra entrega: ¿estamos dispuestos a cargar la cruz y seguir al Maestro hasta el final? ¿Estamos viviendo una fe cómoda o una fe que transforma nuestra vida?

Como signos concretos para vivir este día del Jubileo:

• Haz una obra de caridad silenciosa. Un vaso de agua, una llamada a un enfermo, una oración por un enemigo.
• Acércate al Sacramento de la Reconciliación. Jesús quiere sanar tu corazón y fortalecer tu camino.
• Participa en la Eucaristía con fe viva. La Sangre del Cordero te fortalece para seguir adelante con valor y amor.

V. San Camilo de Lelis, testigo de la caridad heroica

Hoy celebramos a San Camilo de Lelis, presbítero italiano del siglo XVI, patrono de los enfermos, de los hospitales y del personal sanitario. Su vida fue una entrega total a Cristo en los más necesitados. Fundador de los Camilos, su caridad era tan ardiente que veía en cada enfermo al mismo Jesús crucificado.

Su ejemplo en este mes de la Preciosa Sangre: Camilo se consagró al cuidado de los cuerpos y las almas derramando su vida por ellos, como Cristo derramó su Sangre en la Cruz. Su espiritualidad nos invita hoy a ver en los enfermos, en los moribundos, en los marginados, la carne sufriente de Cristo.

Queridos hermanos y hermanas:
Seguir a Jesús es caminar en la verdad, aunque cueste. No estamos solos. Su Sangre preciosa es nuestra fuerza, y su Espíritu nos guía. En este Año Jubilar no tengamos miedo de elegir a Cristo por encima de todo, incluso cuando el precio sea alto. Él nos ha amado primero, hasta el extremo. Él es nuestra paz, aunque a veces su palabra divida. Al final, la cruz no es el final, sino el umbral de la resurrección.

Pensamiento del día:

"Cristo no busca cristianos tibios, sino testigos ardientes que, como San Camilo, vivan y mueran amando a los más pequeños."

Sentimiento:

Confianza valiente en el poder de Dios, incluso cuando todo parece estar en contra.

Propósito:

Dar un paso concreto hoy hacia una mayor fidelidad a Cristo: en la familia, en la parroquia, en el mundo. No postergar más la entrega radical.

¡Vivamos este lunes con esperanza, con entrega, y con los ojos puestos en Cristo, nuestra fuerza y redentor!

Parroquia de Santa Ana y San Joaquín – Año Jubilar 2025