Liturgia de las horas

HORA SEXTA

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: TE ESTÁ CANTANDO EL MARTILLO

Te está cantando el martillo
y rueda en tu honor la rueda.
Puede que la luz no pueda
librar del humo su brillo.
¡Qué sudoroso y sencillo
te pones a mediodía,
Dios de esta dura porfía
de estar sin pausa creando,
y verte necesitando
del hombre más cada día!

Quién diga que Dios ha muerto
que salga a la luz y vea
si el mundo es o no tarea
de un Dios que sigue despierto.
Ya no es su sitio el desierto
ni en la montaña se esconde;
decid, si preguntan dónde,
que Dios está -sin mortaja-
en donde un hombre trabaja
y un corazón le responde. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Ya se acercaba Pablo a Damasco, cuando, de repente, se vio rodeado de un resplandor que venía del cielo.

Salmo 118, 81-88

Me consumo ansiando tu salvación,
y espero en tu palabra;
mis ojos se consumen ansiando tus promesas,
mientras digo: ¿cuándo me consolarás?
Estoy como un odre puesto al humo,
pero no olvido tus leyes.

¿Cuántos serán los días de tu siervo?
¿Cuándo harás justicia de mis perseguidores?
Me han cavado fosas los insolentes, ignorando tu voluntad;
todos tus mandatos son leales,
sin razón me persiguen, protégeme.

Casi dieron conmigo en la tumba,
pero yo no abandoné tus decretos; por tu bondad dame vida,
para que observe los preceptos de tu boca.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 60 - ORACIÓN DE UN DESTERRADO

Dios mío, escucha mi clamor,
atiende a mi súplica;
te invoco desde el confín de la tierra
con el corazón abatido:

llévame a una roca inaccesible,
porque tú eres mi refugio
y mi bastión contra el enemigo.

Habitaré siempre en tu morada,
refugiado al amparo de tus alas;
porque tú, ¡oh Dios!, escucharás mis deseos
y me darás la heredad de los que veneran tu nombre.

Añade días a los días del rey,
que sus años alcancen varias generaciones;
que reine siempre en presencia de Dios,
que tu gracia y tu lealtad le hagan guardia.

Yo tañeré siempre en tu honor,
e iré cumpliendo mis votos día tras día.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 63 - SÚPLICA CONTRA LOS ENEMIGOS

Escucha, ¡oh Dios!, la voz de mi lamento,
protege mi vida del terrible enemigo;
escóndeme de la conjura de los perversos
y del motín de los malhechores:

afilan sus lenguas como espadas
y disparan como flechas palabras venenosas,
para herir a escondidas al inocente,
para herirlo por sorpresa y sin riesgo.

Se animan al delito,
calculan cómo esconder trampas,
y dicen: «¿Quién lo descubrirá?»
Inventan maldades y ocultan sus invenciones,
porque su mente y su corazón no tienen fondo.

Pero Dios los acribilla a flechazos,
por sorpresa los cubre de heridas;
su misma lengua los lleva a la ruina,
y los que lo ven menean la cabeza.

Todo el mundo se atemoriza,
proclama la obra de Dios
y medita sus acciones.

El justo se alegra con el Señor,
se refugia en él,
y se felicitan los rectos de corazón.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Ya se acercaba Pablo a Damasco, cuando, de repente, se vio rodeado de un resplandor que venía del cielo.

LECTURA BREVE   1Tm 1, 14-15

¡En verdad que sobreabundó en mi la gracia de nuestro Señor, juntamente con la fe y la caridad de Cristo Jesús! Sentencia verdadera y digna de universal adhesión es esta: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores. Y de entre ellos yo soy el primero.

V. Señor, tú eres mi lámpara.
R. Dios mío, tú alumbras mis tinieblas.


ORACIÓN

OREMOS,
Señor Dios, que has iluminado al mundo entero con la palabra del apóstol san Pablo, haz que quienes recordamos hoy su conversión, imitando sus ejemplos, anunciemos el Evangelio al mundo y seamos así testigos de tu verdad. Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

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