“Los abuelos: bendición viva y memoria de la esperanza”

Domingo 27 de julio de 2025
“Los abuelos: bendición viva y memoria de la esperanza”
V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores.

Este domingo 27 de julio de 2025, nuestra comunidad parroquial de Santa Ana celebra con profunda emoción la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, en el marco del Año Santo Jubilar de la Esperanza. Es un día lleno de gratitud, ternura y compromiso, donde recordamos con amor a quienes han sido columna vertebral de nuestras familias y transmisores fieles de la fe: nuestros abuelos.

Un domingo para agradecer y abrazar la raíz

A lo largo de este día, celebramos la Santa Misa jubilar en cuatro horarios: 7:00 a.m., 8:30 a.m., 10:30 a.m. y 5:00 p.m. En cada una de estas Eucaristías, se realiza una oración especial por los abuelos y mayores, así como una bendición solemne y personal sobre ellos, reconociendo su dignidad, su testimonio de fe y su papel insustituible en la familia y la Iglesia.

Muchas personas mayores participan acompañadas por sus hijos y nietos; otras son recordadas con fotografías o con nombres pronunciados en la oración. En este día, la comunidad entera se une en una sola voz para dar gracias a Dios por el don precioso de los mayores y para renovar el compromiso de cuidarlos y valorarlos como miembros activos de nuestra Iglesia.

El templo se engalana no solo con flores, sino con gestos concretos de afecto: palabras de gratitud, miradas de cariño, abrazos sinceros. Los abuelos, muchas veces discretos y silenciosos, reciben el reconocimiento que les corresponde como custodios de la memoria, del amor, del sacrificio y de la esperanza.

Una jornada con dimensión jubilar

Esta jornada se vive también en sintonía con el Jubileo de la Esperanza, que la Iglesia celebra durante todo el año 2025. En este contexto, la Penitenciaría Apostólica ha concedido la Indulgencia Plenaria a todos los fieles que participen en las celebraciones de esta jornada, así como a los ancianos y enfermos que no puedan asistir físicamente, pero se unan espiritualmente desde su hogar, hospital o residencia, rezando el Padrenuestro, profesando la fe y ofreciendo sus sufrimientos al Señor.

Este gesto espiritual es un signo claro de la cercanía y ternura de la Iglesia con sus mayores, y un recordatorio de que ningún anciano está excluido del corazón de Cristo ni de la vida de la comunidad.

Valor y dignidad de los mayores

Los abuelos no son el pasado; son presencia viva y fecunda. Son raíz que sostiene las ramas, roca donde se apoya la historia familiar, puente entre generaciones. Han transmitido valores, virtudes, oficios, memorias, fe. Y, aunque a veces el mundo moderno los margine o ignore, la Iglesia los pone en el centro, reconociendo su misión insustituible.

Hoy recordamos que el tiempo de la vejez no es tiempo de cierre, sino de plenitud espiritual. Los abuelos siguen amando, rezando, aconsejando, sosteniendo. Su fragilidad no les resta valor; al contrario, su vida es testimonio de esperanza que resiste las pruebas del tiempo.

Compromiso parroquial

Nuestra comunidad reafirma hoy su compromiso con los mayores: ningún abuelo debe sentirse solo, y cada uno debe ser acompañado con ternura, respeto y presencia. Las palabras se convierten en obras: visitas, acompañamiento espiritual, espacios de encuentro intergeneracional, escucha activa y gratitud permanente.

Trabajamos por una cultura del cuidado, donde los mayores no solo sean destinatarios de asistencia, sino protagonistas de la vida parroquial, transmisores de fe y educadores en la esperanza.

Este domingo no es un cierre, sino un nuevo comienzo. El Jubileo de los Abuelos y de los Mayores nos impulsa a mirar con amor y atención a quienes han dado tanto. Que San Joaquín y Santa Ana, patronos de nuestra parroquia y modelo de santidad familiar, intercedan por nuestras familias, para que sepamos conservar, cuidar y abrazar con gratitud a nuestros mayores.

¡Feliz jornada de los abuelos!
¡Feliz Jubileo de la Esperanza!

Parroquia de Santa Ana – Ciudad de Panamá
Domingo 27 de julio de 2025

Oración para la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores

¡Qué hermosas son estas palabras tuyas, Señor!

Ayúdanos a continuar nuestra peregrinación a lo largo del tiempo

¡animados por la esperanza que viene de Ti!

Ayúdanos a llevar a este mundo, que se está dividiendo,

la esperanza de la comunión.

Ayúdanos a llevar a este mundo, herido por las guerras,

la esperanza de la paz.

Ayúdanos a llevar a este mundo, que se deshumaniza,

la belleza de una sonrisa antigua.

Ayúdanos a ser el recuerdo de tu ternura,

para nuestros nietos, para nuestros seres queridos

y para todos los que encontremos.

¡Ayúdanos a llevar a un mundo que no te presta atención

la Esperanza de una vida nueva que sólo Tú puedes dar!

¡Porque en Ti, Señor, nada está perdido!

¡Porque en Ti, Señor, todo vuelve a empezar! Amén