19
FEB
2025

La Promesa de la Vida Nueva: Peregrinos de Esperanza



Que Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga, vuelva sus ojos a nosotros, para que conozcamos en la tierra tus caminos y los pueblos tu obra salvadora. Sal. 66,2-3

La Promesa de la Vida Nueva: Peregrinos de Esperanza

Lecturas del día:

  • Génesis 8,6-13.20-22
  • Salmo 115: Daré gracias al Señor toda mi vida
  • Marcos 8,22-26

La Esperanza que Renace

La Palabra de Dios que nos ilumina en este día nos invita a mirar el futuro con esperanza, a reconocer la fidelidad del Señor que nunca abandona a su pueblo y a dejarnos tocar por su amor sanador. En este camino hacia el Año Santo Jubilar 2025, donde nos reconocemos Peregrinos de Esperanza, encontramos en las lecturas de hoy tres signos de renovación: el fin del diluvio en tiempos de Noé, la acción de gracias por la salvación, y la curación progresiva del ciego en Betsaida.

Cada una de estas realidades nos habla de un proceso: Dios no solo nos rescata, sino que nos educa en la confianza, nos invita a la gratitud y nos llama a ver la vida con nuevos ojos.

1. Noé y la Promesa de un Nuevo Comienzo (Génesis 8,6-13.20-22)

Después de cuarenta días de lluvia incesante, Noé abre la ventana del arca para ver si las aguas han bajado. Envía un cuervo y luego una paloma. Es cuando la paloma regresa con una rama de olivo que Noé entiende que la tierra está lista para un nuevo comienzo. Al salir del arca, su primera acción es construir un altar y ofrecer sacrificios en gratitud a Dios.

Aquí encontramos un mensaje de profunda esperanza: Dios no destruye, sino que purifica; no aniquila, sino que renueva. La historia de Noé nos recuerda que tras la tormenta llega la calma, tras la prueba viene la restauración, y que Dios mantiene su alianza con la humanidad.

En este Año Santo Jubilar, estamos llamados a renovar nuestra confianza en el Señor, a reconocer los signos de su amor en nuestra historia y a salir de nuestras propias "arcas" —de nuestros miedos, incertidumbres y pecados— para construir un futuro donde reine la paz de Dios.

Pregunta para la reflexión: ¿Cuáles son los signos de esperanza que Dios ha puesto en tu vida, anunciando un nuevo comienzo?

2. Dar Gracias al Señor Toda la Vida (Salmo 115)

El salmista proclama con alegría: "Daré gracias al Señor toda mi vida". Este es el canto del que ha experimentado la salvación, del que ha sido rescatado por la misericordia de Dios. Noé, al salir del arca, no se afana en reconstruir su vida material primero, sino que su primera acción es agradecer a Dios.

A veces, en nuestra vida, superamos dificultades, recibimos bendiciones y seguimos adelante sin detenernos a dar gracias. El Año Santo es una oportunidad para aprender a ser agradecidos, para reconocer que todo lo que somos y tenemos es don de Dios.

Ejercicio espiritual: Hoy, haz un acto concreto de gratitud. Puede ser en la oración, en la Eucaristía, o incluso con una palabra de agradecimiento a alguien que ha sido un signo de esperanza en tu vida.

3. Ver con los Ojos de la Fe (Marcos 8,22-26)

El Evangelio nos presenta la sanación de un ciego en Betsaida. Lo interesante de este milagro es que Jesús no lo sana inmediatamente, sino en dos etapas: primero, el hombre ve borroso; luego, con una segunda intervención de Jesús, recupera completamente la vista.

Este detalle nos dice mucho sobre nuestro propio camino de fe. No siempre entendemos los planes de Dios de inmediato. A veces, nuestra visión es limitada, y necesitamos tiempo para comprender su obra en nosotros.

Jesús podría haber curado al ciego de una sola vez, pero elige hacerlo gradualmente, como si nos quisiera enseñar que el crecimiento espiritual es un proceso, que la fe se fortalece poco a poco, y que nuestra mirada debe ser educada para ver con claridad.

En este camino hacia el Jubileo 2025, el Papa Francisco nos invita a convertirnos en Peregrinos de Esperanza. ¿Qué significa esto? Significa aprender a ver la vida con los ojos de Dios, reconocer su presencia en nuestra historia y caminar con confianza, incluso cuando todavía no vemos todo con claridad.

Desafío del día: Pide a Jesús que te conceda una mirada nueva sobre alguna situación de tu vida que te cuesta entender.

Construyamos un Futuro con Esperanza

La Palabra de Dios nos invita hoy a tres cosas:

  1. Confiar en que después de la tormenta viene un nuevo comienzo, como lo vivió Noé.
  2. Agradecer por la vida y la salvación que hemos recibido.
  3. Ver con los ojos de la fe, aprendiendo a reconocer los tiempos de Dios.

Nos encontramos en un tiempo privilegiado de preparación para el Año Santo 2025. Que este tiempo de gracia nos ayude a renovar nuestra fe, a fortalecer nuestra esperanza y a ser testigos de la misericordia de Dios en medio del mundo.

Que María, Madre de la Esperanza, nos acompañe en esta peregrinación hacia el corazón de Cristo.

Oración final:
"Señor Jesús, abre nuestros ojos para ver tu presencia en nuestra historia. Danos un corazón agradecido y enséñanos a caminar con esperanza hacia el futuro que nos preparas. Amén."

 Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes, para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. Ef 1,17-18


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