04
MAR
2025

La Fidelidad a Dios nos Abre a un Futuro de Esperanza



De tu poder, Señor, se alegra el justo, se alegra en el triunfo que le has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba. Sal 20,2-3

La Fidelidad a Dios nos Abre a un Futuro de Esperanza

Peregrinos de Esperanza en el Año Santo Jubilar

Estamos en el camino del Año Santo Jubilar 2025, bajo el lema "Peregrinos de Esperanza". La Iglesia nos invita a renovar nuestra fe, a dejar atrás el temor y a mirar el futuro con confianza en el Señor. El Jubileo es un tiempo de gracia, de reconciliación y de conversión. Es un tiempo para redescubrir que Dios nunca defrauda, que su amor es fiel y que caminar con Él nos abre a una vida plena.

Hoy, la Palabra de Dios nos ilumina con una enseñanza que toca nuestro corazón y nos desafía a vivir con mayor coherencia nuestra fe. La liturgia nos presenta tres pilares esenciales de la vida cristiana: la justicia en nuestras obras (Eclesiástico 35, 1-15), la fidelidad a Dios que nos lleva a la salvación (Salmo 49) y la radicalidad del seguimiento de Cristo (Marcos 10,28-31).

Dios no se deja ganar en generosidad

Desde hace mucho tiempo, hemos aprendido una verdad profunda: "Dios no se deja ganar en generosidad". Hay quienes creen que "hacen algo por Dios", cuando en realidad, es Dios quien lo hace todo por nosotros.

Nada de lo que se hace con amor y se ofrece con sinceridad queda sin recompensa. Dios sabe, Dios ve. Cuando das un pan al necesitado, Dios te devuelve dos. Cuando consuelas al triste, Él mismo se convierte en tu consuelo. Cuando compartes, todo se multiplica.

El Evangelio de hoy nos recuerda esta hermosa certeza:

"Yo les aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras por mí y por el Evangelio, dejará de recibir ahora, en este tiempo, cien veces más... y en el mundo futuro, la vida eterna" (Mc 10,29-30).

Es una promesa de esperanza. Dios nunca se deja ganar en generosidad.

Nuestra relación con Dios no es un negocio

Nuestra fe no funciona como un intercambio comercial. Dios no nos bendice por méritos o sacrificios, sino por amor incondicional. Jesús nos enseña que la verdadera abundancia no está en tener más, sino en necesitar menos.

Él purifica nuestro corazón para liberarnos del apego al materialismo y de la ansiedad, dándonos una paz que no depende de lo exterior. Cuando confiamos en Dios, dejamos de verlo como un medio para obtener lo que queremos y empezamos a vivir en la verdadera libertad de los hijos de Dios.

El Año Santo Jubilar es una oportunidad para revisar nuestra relación con el Señor. ¿Oramos solo para pedir, o también para agradecer? ¿Buscamos a Dios solo cuando tenemos necesidades, o vivimos en su presencia cada día?

Dios nos invita a cambiar la mentalidad del "dar para recibir" por la confianza absoluta en su amor. Si vivimos con un corazón generoso y libre, descubriremos que Él nos da mucho más de lo que podríamos imaginar.

Dios recompensa a quienes le siguen

A lo largo de la historia, muchos han dejado todo para seguir a Jesús: sacerdotes, misioneros, almas consagradas. Sin embargo, es mucho más lo que han ganado que aquello que dejaron. Quien se entrega por amor a Dios nunca queda con las manos vacías.

El amor crece, se expande y se multiplica. Y la familia espiritual, la que nace del Evangelio, es un verdadero don de Dios. Él nunca abandona a quienes ha llamado a su servicio.

Hoy, en este Año Santo Jubilar, Dios nos invita a ser Peregrinos de Esperanza, a confiar en que todo lo que hacemos por amor a Él y a los demás será recompensado con abundancia.

San Casimiro: Un joven santo que confió en Dios

Hoy celebramos a San Casimiro, príncipe de Polonia, quien renunció al poder y a los placeres del mundo para seguir a Cristo en humildad y servicio a los pobres. Su vida nos enseña que la verdadera riqueza está en Dios.

Sigamos su ejemplo. Vivamos con generosidad, confiemos en Dios y sigamos adelante con esperanza, pues el Señor nunca nos abandona.

Invitación Especial: Miércoles de Ceniza – Inicia la Cuaresma

Mañana, miércoles 5 de marzo, damos inicio a la Cuaresma, un tiempo de gracia y conversión que nos prepara para la Pascua. Les invitamos a participar en la celebración de la imposición de la ceniza en nuestra parroquia de Santa Ana.

La Eucaristía de las 8:00 a.m. será presidida por Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá. Además, tendremos celebraciones en horario especial a las:

  • 10:30 a.m.
  • 12:00 p.m.
  • 6:00 p.m.

Que este tiempo cuaresmal sea un camino de renovación, un tiempo de gracia en el que nos acerquemos más al Señor y abramos nuestro corazón a su misericordia.

Un Futuro de Esperanza en las Manos de Dios

Dios nos llama hoy a vivir con fe, esperanza y compromiso. Nos invita a confiar en que todo esfuerzo por su Reino será recompensado. El Año Santo Jubilar nos impulsa a mirar hacia adelante con la certeza de que Dios camina con nosotros.

San Casimiro, con su ejemplo de fidelidad, nos anima a dejar las seguridades humanas y confiar plenamente en el Señor. Como Pedro y los apóstoles, estamos llamados a ser testigos valientes de la esperanza.

Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, nos ayude a caminar en este Año Santo como auténticos peregrinos de la esperanza, confiando en que Dios nos tiene preparado un futuro lleno de gracia y bendición.

¡Ánimo! Dios nunca decepciona a los que confían en Él.


Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. Mt 11,25


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