Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero que trae la buena nueva, que pregona la salvación. Is 52,7
Fiesta de San Lucas Evangelista: Testigo de la Misericordia y Fiel Discípulo de la Misión
Hoy, 18 de octubre, la Iglesia celebra con alegría la fiesta de San Lucas Evangelista. San Lucas, cuyo nombre significa "portador de luz", es conocido no solo por ser el autor del tercer Evangelio, sino también por escribir los Hechos de los Apóstoles. Se le reconoce como médico (Col 4,14) y compañero fiel del apóstol Pablo en sus viajes misioneros, destacándose por su cercanía en los momentos más difíciles de la vida de este gran apóstol.
Cronología y Contexto Histórico de la Segunda Carta a Timoteo (2 Tim 4,9-17)
La segunda carta de Pablo a Timoteo es uno de los últimos escritos del apóstol, redactada probablemente entre los años 65-67 d.C., durante su segunda encarcelación en Roma. Esta carta revela a un Pablo mayor, consciente de su próximo martirio, pero también lleno de esperanza y confianza en el Señor. En 2 Timoteo 4,9-17, Pablo expresa la soledad de su situación: "Demas me ha abandonado... solo Lucas está conmigo" (2 Tim 4,11).
Esta referencia a Lucas resalta su papel como compañero fiel, quien permaneció al lado de Pablo cuando muchos otros lo abandonaron. A través de este relato, el apóstol nos enseña una lección valiosa: en los momentos de mayor prueba y soledad, Dios nunca nos deja solos. Lucas, como símbolo de fidelidad, es un ejemplo de cómo acompañar y sostener a quienes se encuentran en situaciones difíciles, especialmente aquellos que dedican su vida al servicio del Evangelio.
Además, Pablo afirma: "El Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas" (2 Tim 4,17). Aquí, Pablo nos invita a recordar que, aun cuando los hombres nos abandonen, la presencia de Dios siempre nos sostendrá. Esta enseñanza es particularmente relevante para nuestra vida cristiana, recordándonos que la fuerza para llevar adelante la misión proviene del Señor y no de nuestras propias capacidades.
El Envío de los Setenta y Dos Discípulos: Una Misión Compartida (Lc 10,1-9)
El Evangelio de hoy, tomado de San Lucas (10,1-9), nos presenta a Jesús enviando a setenta y dos discípulos de dos en dos a anunciar la paz del Reino de Dios. Este acontecimiento, que sucedió durante la vida pública de Jesús, probablemente alrededor del año 30 d.C., destaca varios aspectos fundamentales de la misión cristiana.
Jesús no envía a los discípulos solos, sino en parejas, subrayando la importancia del trabajo en comunidad y el apoyo mutuo en la misión evangelizadora. La Iglesia, a la luz del Magisterio, nos recuerda que la evangelización es una tarea compartida, no individual. Como lo expresa el Concilio Vaticano II en el decreto Ad Gentes (n. 2), todos los bautizados estamos llamados a la misión, a ser testigos del Evangelio en nuestro entorno, ya sea en la familia, el trabajo, o la comunidad.
Además, Jesús les da instrucciones específicas: "No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias". Esto nos invita a confiar en la providencia divina, a no depender excesivamente de los bienes materiales, sino a estar disponibles para el Reino de Dios. Este envío es una anticipación de la misión universal de la Iglesia, que se extenderá por todo el mundo tras la Resurrección de Cristo.
El Salmo 144: Bendecir al Señor en Todo Tiempo
El salmo responsorial de hoy, tomado del Salmo 144, es una alabanza al Señor, quien sostiene a sus fieles y les da la fortaleza para continuar en su misión. "Señor, que todos tus fieles te bendigan" es una invitación a que todos, desde nuestra vida cotidiana, reconozcamos las bendiciones de Dios en nuestras vidas y le demos gracias en todo momento.
El salmo resalta el amor fiel de Dios, quien "es clemente y compasivo, lento a la ira y grande en misericordia". Este salmo nos invita a contemplar la bondad de Dios y, como respuesta, ofrecerle nuestra vida como un acto de alabanza y gratitud.
San Pablo, en sus momentos finales, nos enseña que, aunque los seres humanos puedan fallarnos, la presencia de Dios nunca nos abandona. Así como Lucas permaneció fiel a Pablo, también nosotros debemos ser fieles a aquellos que nos rodean, especialmente en momentos de prueba y dificultad. Nuestra confianza debe estar siempre en el Señor, quien es nuestra fortaleza y guía.
Hoy podemos sentir gratitud por la fidelidad de Dios. Así como Él estuvo al lado de Pablo, también está al lado nuestro, en los momentos de soledad y dificultad. Nos invita a confiar plenamente en Él y en Su providencia. Este sentimiento de gratitud debe llenarnos de paz, sabiendo que no estamos solos en nuestra misión diaria.
A la luz de este Evangelio y de la enseñanza de Pablo, les invito a asumir una misión concreta en nuestra comunidad. Hoy, identifica a una persona que esté atravesando un momento de dificultad o soledad. Puede ser un familiar, un amigo o un compañero de trabajo. Acércate a esa persona, ofrécele tu apoyo y, sobre todo, llévale la paz de Cristo. Como los setenta y dos discípulos, seamos misioneros de la paz en nuestro entorno, llevando la luz de Cristo a quienes más lo necesitan.
San Lucas, evangelista y fiel discípulo, nos recuerda la importancia de la misión y de la fidelidad en los momentos de prueba. Sigamos su ejemplo, anunciando la misericordia de Dios y llevando la paz del Reino de los Cielos a los corazones de quienes nos rodean. Que su intercesión nos fortalezca en nuestra vocación misionera, para que cada uno de nosotros, desde nuestro lugar en la vida, sea un portador de la luz de Cristo.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. Jn 15,16
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