Esperanza y Misión en el Martes Santo: Reflexiones desde Isaías, el Salmo 70 y Evangelio según San Juan
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
En este Martes Santo, nos reunimos en un espíritu de oración y reflexión, caminando juntos hacia la culminación de la Semana Santa. Nuestras lecturas de hoy —el Profeta Isaías (49,1-6), el Salmo 70 y el Evangelio según San Juan (13,21-33, 36-38)—, nos invitan a una profunda meditación sobre la esperanza y la misión, dos temas que resonarán especialmente en este Año Santo Jubilar.
1. La Misión Confiable: Isaías 49,1-6 El profeta Isaías nos presenta una figura de profunda esperanza y redención. Este "Siervo", llamado desde el vientre materno, es enviado no solo para restaurar a Israel, sino para ser "luz de las naciones", para que la salvación alcance hasta el último rincón de la tierra. En este Año Santo, estamos llamados a redescubrir nuestra propia misión. Como cristianos, cada uno de nosotros es convocado desde nuestro bautismo para ser luz en la oscuridad del mundo, llevando la esperanza y la salvación a todos los rincones de la tierra. La universalidad de nuestra misión debe inspirarnos a salir, con valentía y humildad, hacia aquellos que aún esperan escuchar la Buena Nueva.
2. La Confianza en el Señor: Salmo 70 "En ti, Señor, he puesto mi esperanza". Estas palabras del salmista deben resonar en nuestros corazones como un refugio y un recordatorio de nuestra dependencia total en Dios. En momentos de desafío o desánimo, cuando nuestras propias fuerzas parecen flaquear, este salmo nos invita a renovar nuestra confianza en Dios, quien es nuestra roca y fortaleza constante. En este año jubilar, seamos testigos vivientes de la esperanza que nunca defrauda, porque está fundada en el amor inagotable de Dios.
3. La Lealtad Puesta a Prueba: San Juan 13,21-33, 36-38 El relato de San Juan nos introduce en el drama de la última cena, donde Jesús anuncia su traición y, posteriormente, predice la negación de Pedro. Aquí encontramos una lección crítica sobre la fragilidad humana y la infinita misericordia de Dios. Incluso en el fallo, hay una llamada a la conversión y al retorno. Jesús, sabiendo lo que Pedro haría, lo eligió aun así para apacentar a sus ovejas. En este Año Santo, seamos también nosotros misericordiosos con nosotros mismos y con los demás, reconociendo que cada caída es una oportunidad para levantarse nuevamente en la gracia de Dios.
San Benito José Labre: Un Testimonio de Esperanza Viviente En este día, recordamos también a San Benito José Labre, nacido el 25 de marzo de 1748 y fallecido el 16 de abril de 1783, quien vivió una vida de pobreza extrema y peregrinación constante, mostrando un singular abandono en la Providencia de Dios. Su vida nos enseña que en la total dependencia de Dios podemos encontrar una libertad sin igual. San Benito nos recuerda que "Nuestra verdadera casa no está aquí en la tierra, sino en el Cielo". En este año jubilar, que su ejemplo nos inspire a vivir con menos, para dar más espacio a Dios en nuestras vidas.
Este Martes Santo, y en todos los días de este Año Santo Jubilar, estamos llamados a profundizar en nuestra fe, esperanza y amor. Estamos invitados a mirar más allá de nuestras limitaciones y a confiar en la misericordia de Dios, que nos capacita para llevar a cabo grandes obras en su nombre. Que la vida de San Benito José Labre, junto con las palabras proféticas de Isaías y los consuelos del salmista, nos guíen en nuestro camino hacia la Pascua y más allá, hacia un futuro lleno de esperanza y renovada misión.
Que Dios los bendiga a todos en este camino sagrado.
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