El Libro de los Jueces: Juzgar y Juicio a la luz de la Biblia
El Libro de los Jueces forma parte de los llamados Libros Históricos del Antiguo Testamento (Josué, Jueces, Rut, Samuel, Reyes, Crónicas, Esdras, Nehemías). Se sitúa en el período comprendido entre la muerte de Josué y el inicio de la monarquía en Israel (aproximadamente entre los siglos XII y XI a.C.). Es una etapa de transición, donde el pueblo de Israel todavía no tiene reyes, sino que es guiado por jueces levantados por Dios.
El texto refleja una estructura cíclica: el pueblo peca alejándose de la Ley, Dios permite la opresión por enemigos, Israel clama, y el Señor suscita un juez que lo libera. Una vez fallece el juez, el ciclo vuelve a comenzar (cf. Jue 2,11-19).
El Juez según la Biblia
En la mentalidad actual, un juez es un magistrado que dicta sentencias. En la Biblia, el término juez (hebreo: shofet) tiene un sentido mucho más amplio.
En este sentido, los jueces eran más cercanos a líderes carismáticos y pastores del pueblo que a jueces jurídicos en el sentido moderno. Su autoridad provenía directamente de Dios, no de una institución humana.
Juzgar y Juicio en la Biblia
La palabra juicio en la Escritura no se limita a tribunales humanos. Tiene tres dimensiones:
El juez humano participa de la misión de Dios, que es el verdadero Juez del mundo. Por eso, el pueblo pedía jueces que actuaran con rectitud: «Juzgaréis con justicia a vuestro prójimo» (Lev 19,15).
Relación con los Mandamientos
El Decálogo (Ex 20,1-17; Dt 5,6-22) es la base del discernimiento moral de Israel. El juez, al juzgar, debía recordar y aplicar los Mandamientos:
El ejercicio de juzgar no era solo administrativo, sino una aplicación práctica de la Ley de Dios a la vida del pueblo.
Relación con la Ley de Moisés
La Torá (Ley de Moisés) es el marco jurídico, moral y religioso dentro del cual actuaban los jueces.
En este sentido, los jueces eran guardianes de la Alianza y custodios de la justicia divina.
Relación con los Profetas
Los profetas que vendrán después asumen una misión similar a la de los jueces:
Mientras que los jueces actuaban sobre todo en el plano militar y jurídico, los profetas profundizarán la dimensión espiritual y ética del juicio. Ambos ministerios se complementan en la historia de la salvación.
Enseñanza para hoy
El Libro de los Jueces nos recuerda que:
El Libro de los Jueces nos enseña que juzgar es un servicio a la vida y a la justicia según la Ley de Dios. Los Mandamientos, la Ley de Moisés y los Profetas encuentran en la figura del juez un punto de unión: la misión de custodiar la fidelidad del pueblo a la Alianza.
Hoy, la Iglesia continúa este llamado, recordando que el juicio último pertenece a Cristo, quien vendrá a juzgar a vivos y muertos, no para destruir, sino para dar vida y establecer la justicia definitiva de Dios.
Pbro. Alfredo Uzcátegui.
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