Día 6 – “No cometerás actos impuros”

Día 6 – “No cometerás actos impuros”

Palabra de Dios
“No cometerás adulterio” (Ex 20,14).
“¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que han recibido de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos?” (1 Co 6,19).

Catecismo de la Iglesia Católica
“La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana en la unidad de su cuerpo y de su alma. Afecta particularmente a la capacidad de amar y de procrear” (CIC 2332).
“La castidad significa la integración lograda de la sexualidad en la persona y, por ello, la unidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual” (CIC 2337).
“El sexto mandamiento prohíbe la lujuria. La castidad es una vocación para todos: casados, viudos, solteros y consagrados” (CIC 2351-2359).

Reflexión
Este mandamiento nos recuerda que el amor humano es un don de Dios, bello y sagrado, pero que debe vivirse con dignidad y respeto según su plan. No se trata solo de evitar el adulterio, sino de vivir la pureza del corazón y la fidelidad en nuestras relaciones.

El mundo actual presenta la sexualidad como un objeto de consumo, separándola del amor y de la vida. Pero para el cristiano, la sexualidad está llamada a ser expresión de la entrega total, fiel y fecunda. El amor verdadero no utiliza, sino que se dona.

Jesús mismo enseña: “Todo el que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio en su corazón” (Mt 5,28). Es decir, la pureza no comienza en el cuerpo, sino en el corazón y en la mente. Por eso la lucha por la castidad es también un camino de libertad interior.

Los bautizados vivimos este mandamiento según nuestra vocación:

• Los esposos en la fidelidad recíproca y el amor abierto a la vida.
• Los solteros en la pureza y en la espera de un amor responsable.
• Los consagrados en la entrega total a Cristo por el Reino de los Cielos.

San Juan Pablo II, en su Teología del cuerpo, enseñó que el cuerpo humano es capaz de expresar el amor según el designio de Dios: un amor libre, fiel, total y fecundo.

Acción práctica

• Revisa hoy tu manera de relacionarte: ¿amas de verdad o utilizas?
• Vive la sobriedad en tus palabras, miradas y gestos: que sean signos de respeto y de amor verdadero.
• Haz un acto concreto de fidelidad: dedica tiempo de calidad a tu pareja, vive la amistad con sinceridad, o fortalece tu entrega al Señor en la oración.

Oración
Señor Jesús, que con tu vida nos mostraste la pureza del amor, enséñame a vivir la castidad según mi vocación. Purifica mi corazón y mis pensamientos, para que mi cuerpo y mi vida sean templos vivos de tu Espíritu. Haz que ame como Tú amas: con un amor libre, fiel y verdadero. Amén.