Día 6: La Santa Misa: del Cenáculo al altar de nuestras parroquias
“Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”
(Mateo 18,20)
La Santa Misa que celebramos hoy en nuestros templos no es una simple reunión religiosa ni una costumbre de devoción, sino la prolongación viva de aquella primera Misa celebrada por Jesús en el Cenáculo. Allí, en la Última Cena, comenzó una historia de amor que se renueva cada día sobre cada altar del mundo.
1. El Cenáculo: origen de la Eucaristía
En la víspera de su Pasión, Jesús instituyó la Eucaristía:
“Tomad y comed… esto es mi
Cuerpo… Tomad y bebed… esta es mi Sangre, que será derramada por muchos”
(Mateo 26,26-28)
Allí nos entregó no solo un signo, sino su Presencia real. Desde ese día, la Iglesia no ha dejado de celebrar el memorial del Señor. Lo que comenzó en el Cenáculo, sigue hoy en nuestros altares, por medio de los sacerdotes, en el corazón de cada comunidad.
2. Cada altar, un nuevo Cenáculo
En cada parroquia, capilla o catedral, Cristo vuelve a hacerse presente. A través de los siglos y en cada cultura, la Misa mantiene la misma esencia y el mismo poder salvífico. No importa cuántas veces se celebre: es el mismo Cristo, el mismo sacrificio, el mismo amor.
“Jesucristo es el mismo ayer,
hoy y siempre”
(Hebreos 13,8)
3. Nuestro altar es nuestro lugar de encuentro con Dios
Cada vez que participamos en la Eucaristía, estamos siendo parte de la gran historia de la salvación. El altar de nuestra parroquia es puente entre el cielo y la tierra, lugar sagrado donde el amor de Dios se entrega. Allí, como María y Juan al pie de la cruz, somos testigos del amor que se dona.
Pensamiento del día
En cada altar, Cristo renueva
su entrega por ti.
No estás asistiendo a una ceremonia…
Estás entrando al misterio del amor más grande de la historia.
Compromiso del día
La próxima vez que entres a tu
parroquia, mira el altar con ojos nuevos.
Agradece por tener tan cerca el lugar donde Cristo se entrega por ti cada
día.
Ora por los sacerdotes que celebran la Eucaristía y haz un momento de adoración
si puedes.
Oración final
Jesús, que del Cenáculo llegas
a cada altar,
gracias por quedarte con nosotros.
Gracias por cada Misa en mi parroquia, por cada sacerdote, por cada comunidad.
Hazme vivir cada Eucaristía como si fuera la primera, la última, la única.
Que nunca me acostumbre a lo sagrado. Amén.
Frase para meditar
“Si entendiéramos bien lo que
sucede en la Misa, moriríamos de amor.”
— Santa Teresa de Jesús
Para profundizar hoy
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1345-1355
Describe cómo la Iglesia, desde los tiempos apostólicos, ha celebrado la Eucaristía siguiendo el mandato de Cristo.
La Imitación de Cristo, Libro IV, cap. I
“Cada vez que celebro o asisto al Santo Sacrificio, me uno al Cenáculo, al Calvario y al cielo. Es el mismo Señor que se entrega por amor.”
Página web desarrollada con el sistema de Ecclesiared