DÍA 5 – Un Corazón que siempre espera y perdona
Palabra de Dios
“Su padre lo vio y se
conmovió.”
(Lucas 15,20)
Reflexión del día
El corazón del padre que aparece
en la parábola del hijo pródigo es imagen perfecta del Corazón de Jesús: lleno
de ternura, siempre dispuesto a perdonar, atento a los pasos del que regresa.
El Corazón de Cristo no se cierra jamás; no se cansa de esperar. Aunque nos
alejemos, aunque nuestras familias sufran por distancias físicas o
espirituales, Jesús nos recuerda que siempre hay un lugar en su Corazón para
volver a empezar.
Cuántos hijos están hoy lejos,
cuántos padres heridos por la ausencia o por palabras que dolieron. Pero el
Evangelio nos enseña que el amor verdadero no impone, no se rinde, no condena: espera,
abraza, y se conmueve.
Como dice el Papa Francisco: “El perdón sana, libera y fortalece los
vínculos.” Y es el primer paso para que nuestras familias vuelvan a
encontrarse, con la ayuda de Dios.
Oración del día
Jesús, tú eres el rostro del Padre misericordioso. Enséñanos a amar sin condiciones, a esperar sin desesperar, a perdonar con alegría. Que nuestros corazones se parezcan al tuyo y nuestras familias reflejen tu ternura infinita. Amén.
Frase para meditar
“El perdón sana, libera y
fortalece los vínculos.”
– Papa Francisco
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, escribe una carta, un mensaje o una nota de reconciliación. Puede ser a un hijo, a un padre, a un hermano o incluso a un amigo de la familia. A veces, una palabra escrita con el corazón puede abrir una puerta que parecía cerrada para siempre.
Intención del día
Oremos por los hijos alejados de sus familias:
Para que experimenten el abrazo del Padre a través del amor de sus seres
queridos, y puedan regresar con paz al seno familiar. Que el Sagrado Corazón de
Jesús los acompañe, los proteja y los conduzca de vuelta al amor.
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