Día 3: Jesús vivo y presente en la Eucaristía: real, verdadero y sustancial

Día 3: Jesús vivo y presente en la Eucaristía: real, verdadero y sustancial

“Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros” (Lc 22,19)

Muchos cristianos no han descubierto aún la grandeza de este misterio: Jesús está realmente presente en la Eucaristía. No es una figura, ni una representación simbólica, ni un recuerdo espiritual. Es Él mismo: vivo, resucitado, glorioso, presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad bajo las apariencias del pan y del vino.

Presencia real

La Iglesia ha proclamado desde los primeros siglos esta verdad central: en el momento de la consagración, por el poder del Espíritu Santo y las palabras del sacerdote, el pan deja de ser pan y el vino deja de ser vino. Se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. A esta transformación se le llama transubstanciación.

Como enseña el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 1374):

“En el santísimo sacramento de la Eucaristía están contenidas verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre, junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero”.

Un misterio de fe

Ante este misterio, la razón se queda corta y la fe se abre. Lo vemos como pan, lo saboreamos como vino, pero creemos con firmeza lo que Jesús nos dijo: “Esto es mi cuerpo”.
Quien se acerca con fe, encuentra no una cosa, sino una Persona: Cristo vivo, que habita entre nosotros y quiere habitar en nosotros.

Una presencia que cambia corazones

Esta presencia real nos consuela, nos fortalece, nos llama a la conversión. Estar frente al Santísimo Sacramento o recibirlo en comunión no puede dejarnos indiferentes. Jesús se hace cercano para que nos dejemos amar, sanar y transformar por Él.

Pensamiento del día

Si verdaderamente creyéramos que Jesús está vivo en la Eucaristía,
¿cómo sería nuestra actitud al entrar a la iglesia, al arrodillarnos ante el sagrario, al comulgar?

Compromiso del día

Renueva hoy tu fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía.
Si tienes dudas, pídele al Señor que aumente tu fe.
Si tienes certeza, compártela con alguien más.
Y al pasar ante una iglesia, haz la señal de la cruz en honor a Jesús presente allí.

Oración final

Jesús Eucaristía, creo que estás aquí.
No te veo, pero sé que me miras con amor.
Aumenta mi fe, enciende mi amor, fortalece mi esperanza.
Hazme adorador en espíritu y en verdad.
Que toda mi vida sea respuesta a tu presencia viva en la Eucaristía.
Amén.

Frase para meditar

“En este Sacramento se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo. Si los ángeles pudieran envidiar, envidiarían al hombre por poder comulgar.”
— San Agustín

Para profundizar hoy

Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1374

“La presencia de Cristo en la Eucaristía es real, verdadera y sustancial.”

La Imitación de Cristo, Libro IV, cap. I

“Señor, en presencia de tu majestad tiembla mi corazón. Tú, que eres el Dios eterno, te escondes en el pan para venir a mí. ¿Qué soy yo para que vengas a mí?”