Día 23: La Comunión: Jesús viene a nosotros para transformarnos
“El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él”
(Juan 6,56)
El momento de la Comunión es el más íntimo de toda la Misa. Ya no solo escuchamos a Jesús ni lo vemos en el altar: lo recibimos en nuestro corazón. Es Cristo vivo y resucitado que entra en nosotros, no como un visitante pasajero, sino como alimento, medicina y fuego de amor.
1. Comulgar es unirse plenamente a Jesús
Cuando recibimos la Eucaristía, nos unimos al sacrificio de Cristo y al mismo tiempo somos transformados por su presencia. Jesús no se une a nosotros para dejarnos igual, sino para hacernos cada vez más semejantes a Él.
“Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gálatas 2,20)
2. Fruto de la Comunión: unidad, santidad y misión
La Comunión no es un acto individual, sino eclesial: nos une con Cristo y entre nosotros, construye la Iglesia y nos envía a ser testigos del Evangelio.
“Todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos de un mismo pan” (1 Corintios 10,17)
La Eucaristía nos compromete a la caridad, a la coherencia de vida, a vivir en comunión con los hermanos.
3. Jesús se queda en nosotros: dejémonos transformar
Después de recibir la Comunión, es esencial guardar silencio y orar con el corazón. Es un momento para adorar, agradecer, entregarse. Jesús está realmente presente en el alma, y quiere actuar, consolar, fortalecer y sanar.
“Señor, quédate con nosotros…” (Lucas 24,29)
Pensamiento del día
La Comunión no es un premio
por ser buenos,
sino un regalo inmenso de amor que nos transforma desde dentro.
Es Cristo en ti, para vivir como Él.
Compromiso del día
Después de comulgar, haz un
momento de silencio profundo.
No te distraigas. No te vayas de inmediato.
Haz una oración personal de acción de gracias y dile a Jesús:
“Aquí estoy, transfórmame.”
Oración final
Jesús, Pan vivo bajado del
cielo,
gracias por venir a mí con tanta humildad y amor.
Te recibo con fe, con necesidad, con alegría.
Haz en mí lo que tú quieras.
Transforma mi vida, mis pensamientos, mis obras, mi corazón.
Que cada Comunión me acerque más a ti. Amén.
Frase para meditar
“Recibir a Jesús en la
Comunión es entrar en el fuego del Amor Divino… y salir renovado para amar como
Él.”
— Santa Catalina de Siena
Para profundizar hoy
Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1391–1401
Sobre los frutos de la Comunión: unión con Cristo, perdón, fortaleza, unidad eclesial.
La Imitación de Cristo, Libro IV, cap. XIII y XIV
“Bienaventurado el alma que recibe al Señor con fervor. Él no viene solo: trae luz, gracia, paz y fuerza para caminar.”
Página web desarrollada con el sistema de Ecclesiared