Caminando en la Ley del Señor: Peregrinos de Esperanza en el Jubileo
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Nos encontramos en este miércoles de la tercera semana de Cuaresma, tiempo de conversión y renovación espiritual, profundizando en la Palabra de Dios que la liturgia nos ofrece hoy. En esta jornada, los textos sagrados nos invitan a redescubrir la perennidad de la ley del Señor y nuestra responsabilidad de guardarla en nuestros corazones como verdaderos peregrinos de esperanza en este Año Santo Jubilar.
La llamada a la obediencia y la sabiduría en Deuteronomio (4,1.5-9)
El libro del Deuteronomio nos exhorta a "escuchar las normas y decretos que yo os enseño, para ponerlos en práctica". Este llamado no es un simple recordatorio de deberes, sino una invitación a vivir conforme al plan amoroso de Dios. Moisés nos recuerda que nuestra fidelidad a estas leyes no solo nos configura como un pueblo cercano a Dios, sino que además nos distingue ante los ojos del mundo. En este Año Santo, reflexionemos sobre cómo la observancia de los mandamientos fortalece nuestra identidad como cristianos llamados a ser luz en las tinieblas del mundo contemporáneo.
El Salmo 147: Celebración de la protección y provisión divinas
"Demos gloria a nuestro Dios", clama el salmista, reconociendo la bondad y el cuidado providencial de Dios hacia Jerusalén y sus habitantes. Este salmo no solo es un canto de agradecimiento, sino también un recordatorio de que, al igual que Dios cuidó y prosperó a su pueblo elegido, Él sigue obrando en nuestras vidas. En este tiempo de Cuaresma y durante nuestro peregrinar jubilar, somos llamados a renovar nuestra gratitud y a confiar en que, a pesar de las pruebas, Dios nos guía hacia pastos más verdes.
La perennidad de la Ley en el Evangelio según san Mateo (5,17-19)
Cristo nos asegura: "No he venido a abolir, sino a dar plenitud [a la Ley]". En este pasaje del sermón de la montaña, Jesús no solo reafirma la importancia de la Ley mosaica, sino que extiende su cumplimiento a la perfección del amor, la misericordia y la justicia. En nuestra jornada hacia el futuro, en el contexto de este Año Santo, Jesús nos invita a comprender que cada precepto, cada palabra de la Escritura, tiene como fin último guiarnos hacia el amor más genuino y desinteresado, ese que se sacrifica y se ofrece por el bien del otro.
Peregrinos de esperanza en nuestro camino jubilar
Este Año Santo Jubilar es una oportunidad excepcional para redescubrir y vivir la riqueza de nuestra fe. Somos peregrinos en un viaje espiritual que busca la santidad a través del amor y la obediencia a Dios. Como comunidad de fe, estamos llamados a ser testigos del amor divino, portadores de esperanza en un mundo que anhela signos de paz y reconciliación.
Elementos para vivir el Año Santo
Que, en este camino de Cuaresma hacia la Pascua, y en nuestro jubilar peregrinar, redescubramos la alegría del Evangelio que llena el corazón y la vida entera de aquellos que se encuentran con Jesús. Que María, Estrella de la Nueva Evangelización, nos guíe en este renovado encuentro con su Hijo, fuente de toda esperanza.
En Cristo,
Padre Alfredo Uzcátegui.(Vicario parroquial).
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