8 de septiembre — Natividad de la Santísima Virgen María
“Hágase
en mí según tu Palabra” (Lc 1,38)
Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María.
Con el nacimiento de María comienza a brillar la aurora de la salvación. Su
“sí” generoso a Dios abre la puerta a la encarnación del Hijo.
Jaculatoria bíblica: “Hágase en mí…” (Fiat de María).
Lectio – Leer la Palabra
En el relato de la Anunciación, María responde al plan de Dios con una entrega total: “Hágase en mí según tu Palabra.” En este día celebramos su nacimiento, un don inmenso para la Iglesia y para la humanidad, porque con ella inicia una nueva etapa en la historia de la salvación.
Meditatio – Meditar la Palabra
El “sí” de María no fue un acto aislado, sino una disposición de vida. Desde su nacimiento, Dios la preparó para ser Madre del Salvador. Hoy me pregunto: ¿cuál es mi “sí” al Señor en las circunstancias concretas que vivo? Quizá me llama a ser más paciente, a reconciliarme, a confiar en su providencia o a servir con mayor entrega.
Oratio – Orar con la Palabra
María,
Madre y discípula,
enséñame a acoger la Palabra con un corazón dócil.
Que mi vida sea un “sí” continuo al plan de Dios,
y que, como tú, pueda vivir en la confianza plena
de que su voluntad siempre es amor y salvación.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy resuena en silencio una sola palabra: “Hágase.” Como respiración del alma, deseo repetirla cada día, cada momento, en las alegrías y en las pruebas. Ese “hágase” transforma la vida en oración constante.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Que el nacimiento de María, aurora de la salvación, nos inspire a vivir como ella en un “sí” confiado y generoso a la Palabra de Dios.
Pbro. Alfredo Uzcátegui.
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