28 de septiembre — San Wenceslao y Santos Lorenzo Ruiz y compañeros mártires
“Brille
su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al
Padre que está en los cielos” (Mt 5,16).
Memoria de San Wenceslao, mártir; San Lorenzo Ruiz y compañeros, mártires.
La vida de los santos es testimonio luminoso: sus obras, incluso en la prueba,
conducen a dar gloria a Dios.
Invocación: “Señor, haz de mí una luz que refleje tu amor en medio del
mundo.”
Lectio – Leer la Palabra
Jesús invita a sus discípulos a ser luz en medio del mundo. La fe no puede ocultarse; debe manifestarse en obras concretas que reflejen el amor de Dios y lleven a otros a alabar al Padre.
Meditatio – Meditar la Palabra
¿Brilla la luz de Cristo en mis obras? San Wenceslao, rey justo y mártir, y San Lorenzo Ruiz con sus compañeros en Filipinas y Japón, dieron testimonio de la luz del Evangelio hasta el derramamiento de su sangre. Ellos nos enseñan que el martirio no es derrota, sino plenitud de la fidelidad a Cristo.
Oratio – Orar con la Palabra
Señor
Jesús,
haz que mis obras reflejen tu Evangelio.
Que mi vida sea luz para los que me rodean,
y que, al ver mis acciones,
los demás descubran tu amor y tu presencia.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy me quedo en silencio con estas palabras: “Brille su luz…”. No se trata de brillar por mí mismo, sino de reflejar la luz de Cristo que habita en mí.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Jaculatoria
“Señor, haz de mí una luz que refleje tu amor en medio del mundo.”
Que la memoria de San Wenceslao y de San Lorenzo Ruiz con sus compañeros nos recuerde que la fe auténtica se hace visible en obras luminosas que glorifican al Padre.
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