27 de septiembre — San Vicente de Paúl
“Sean
cumplidores de la Palabra y no solo oyentes” (St 1,22)
Memoria de San Vicente de Paúl, presbítero.
La fe no se queda en palabras ni en buenas intenciones: la verdadera respuesta
a la Palabra es el amor concreto en las obras.
San Vicente de Paúl: “Amemos a Dios, hermanos míos, amemos a Dios, pero que
sea a costa de nuestros brazos, que sea con el sudor de nuestra frente.”
Lectio – Leer la Palabra
Santiago exhorta a no ser oyentes olvidadizos, sino hacedores de la Palabra. La escucha auténtica se convierte en acción que transforma la vida y se manifiesta en obras de justicia y caridad.
Meditatio – Meditar la Palabra
¿Soy solo oyente de la Palabra, o la pongo en práctica en mi vida diaria? San Vicente de Paúl nos enseña que amar a Dios es inseparable de amar y servir a los pobres. La verdadera fe se traduce en servicio concreto, en dar de mí mismo, en salir al encuentro del necesitado.
Oratio – Orar con la Palabra
Señor
Jesús,
hazme cumplidor de tu Palabra.
Que no me quede en promesas vacías,
sino que sepa demostrar mi fe
en obras de amor hacia los hermanos más pobres y olvidados.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy contemplo la frase: “Sean cumplidores de la Palabra.” Me invita a mirar mis actos y a preguntarme si realmente son reflejo de lo que escucho en el Evangelio.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Jaculatoria de San Vicente de Paúl
“Amemos a Dios, hermanos míos, amemos a Dios, pero que sea a costa de nuestros brazos, que sea con el sudor de nuestra frente.”
Que la memoria de San Vicente de Paúl nos impulse a vivir una fe encarnada en el servicio, y a descubrir en cada pobre el rostro mismo de Cristo.
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