24 de septiembre — Nuestra Señora de las Mercedes
“Hagan
lo que Él les diga” (Jn 2,5)
Memoria de Nuestra Señora de las Mercedes.
María, Madre y Señora de la Misericordia, nos conduce siempre a la obediencia a
Cristo, que libera de toda esclavitud y concede verdadera libertad.
San Bernardo: “De María nunca se dirá lo suficiente: mírala, imítala,
invócala.”
Lectio – Leer la Palabra
En las bodas de Caná, María intercede por los esposos y orienta a los sirvientes hacia la obediencia a su Hijo: “Hagan lo que Él les diga.” Estas palabras siguen siendo guía segura para todo cristiano, pues contienen el secreto de la verdadera libertad: obedecer al Señor.
Meditatio – Meditar la Palabra
¿Qué me pide Jesús hoy a través de su Palabra? María de las Mercedes, patrona de los cautivos, nos recuerda que muchas veces vivimos atados por miedos, pecados o dependencias. Ella nos conduce a Cristo, el único que puede romper cadenas y darnos la libertad de los hijos de Dios.
Oratio – Orar con la Palabra
Virgen
de las Mercedes,
Madre de la libertad y de la esperanza,
intercede por mí para que escuche y cumpla
la Palabra de tu Hijo Jesús.
Llévame a vivir en la obediencia que libera
y en la caridad que sana toda esclavitud.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy repito en silencio las palabras de María: “Hagan lo que Él les diga.” Es una invitación permanente a confiar y obedecer, sabiendo que el Señor siempre quiere lo mejor para sus hijos.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Jaculatoria de San Bernardo
“De María nunca se dirá lo suficiente: mírala, imítala, invócala.”
Que la Virgen de las Mercedes, Madre y Señora de la Misericordia, nos lleve siempre a la obediencia a Cristo y a la libertad verdadera que Él nos ofrece.
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