2 de septiembre — Feria del Tiempo Ordinario
“Tu Palabra es lámpara para mis pasos” (Sal 119,105)
En este mes dedicado a la Biblia, la liturgia nos invita a reconocer el valor de la Palabra de Dios como guía segura en medio de las oscuridades de la vida. El salmista lo expresa con una imagen sencilla y profunda: la Palabra es lámpara que ilumina los pasos del creyente. No despeja toda la noche de una vez, pero da la luz suficiente para caminar con confianza.
Lectio – La Palabra orienta, no confunde
La Escritura no nos deja perdidos en medio de la confusión del mundo. Dios, con su Palabra, nos indica la senda justa. Es lámpara humilde, pero segura, que muestra lo esencial para avanzar hacia la meta.
Meditatio – ¿Busco luz en la Biblia antes que en mis impulsos?
En nuestras decisiones diarias solemos apoyarnos en sentimientos, modas o consejos pasajeros. Pero el verdadero discípulo sabe que la claridad viene de la Biblia. Ella es el criterio que ilumina la mente y el corazón, la brújula que apunta siempre al amor y a la verdad.
Oratio – Ilumina mis decisiones, Señor
Señor,
que tu Palabra ilumine mi vida.
Haz que, en la duda y en la oscuridad,
no me deje llevar por mis impulsos,
sino que busque siempre la luz de tu Evangelio.
Contemplatio – Camino a la luz de tu lámpara
Hoy contemplo la imagen del caminante en la noche con una lámpara en la mano. No necesita ver el final del sendero, basta con la luz suficiente para el próximo paso. Así es la Palabra: certeza humilde, pero firme.
Actio – La Palabra se hace vida
Me propongo leer el Evangelio del día antes de dormir, para que la última palabra que escuche mi corazón sea la voz de Dios.
San Jerónimo, gran
amante de la Biblia, nos recuerda con fuerza:
“Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo.”
Que esta jornada sea ocasión para renovar nuestro amor por la Palabra de Dios, lámpara que ilumina y guía siempre al creyente.
Pbro. Alfredo Uzcátegui.
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