19 de septiembre — San Jenaro, obispo y mártir
“El Señor es mi luz y mi salvación”
(Sal 27,1)
Memoria de San Jenaro, obispo y mártir.
La fe en Cristo disipa el miedo y da fuerza para enfrentar pruebas y
persecuciones.
Oración inspirada en el Salmo: “Señor, en ti confío, no quede yo jamás
defraudado.”
Lectio – Leer la Palabra
El salmista proclama que el Señor es su luz y salvación, y por eso no teme. Esta confianza se convierte en escudo ante cualquier adversidad. La fe ilumina el camino y da certeza de que Dios nunca abandona a sus hijos.
Meditatio – Meditar la Palabra
¿Qué temores llevo en el corazón? La Palabra me invita a ponerlos en manos del Señor. San Jenaro, obispo de Benevento, dio testimonio de esta confianza plena en medio de la persecución, entregando su vida como mártir. Su sangre derramada es signo de una fe inquebrantable que venció al miedo.
Oratio – Orar con la Palabra
Señor, sé mi luz en la oscuridad
y mi salvación en las pruebas.
Dame valentía para no temer,
firmeza para mantenerme en la fe,
y esperanza para proclamar tu nombre
en toda circunstancia.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy repito en silencio: “El Señor es mi luz y mi salvación.” Esta certeza me sostiene y me recuerda que la confianza en Dios vence todo temor.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Jaculatoria
“Señor, en ti confío, no quede yo jamás defraudado.”
Que la memoria de San Jenaro nos anime a vivir confiados en el Señor, nuestra luz y salvación, y a ser testigos valientes del Evangelio en medio de las dificultades.
Pbro. Alfredo Uzcátegui.
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