16 de septiembre — Santos Cornelio y Cipriano
“Sufre conmigo por el
Evangelio” (2 Tim 1,8)
Memoria de San Cornelio, papa, y San Cipriano, obispo y mártir.
La fidelidad al Evangelio exige fortaleza y comunión; no se vive en solitario,
sino en la unidad de la Iglesia.
San Cipriano: “No puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia
por Madre.”
Lectio – Leer la Palabra
San Pablo invita a Timoteo a compartir los sufrimientos por el Evangelio. La fe en Cristo no es un camino de comodidad, sino de entrega, paciencia y valentía. El Evangelio se anuncia con la vida, incluso en medio de la oposición y las pruebas.
Meditatio – Meditar la Palabra
¿Estoy dispuesto a asumir con amor las dificultades que surgen por ser fiel al Evangelio? Los santos Cornelio y Cipriano lo vivieron con valentía: el primero como papa en tiempos de persecución, y el segundo como obispo que defendió la unidad de la Iglesia. Su testimonio nos recuerda que la fe se fortalece en la comunión y en la prueba.
Oratio – Orar con la Palabra
Señor, concédeme la gracia de mantenerme firme en la
fe,
aun en medio de las pruebas.
Dame fortaleza para sufrir contigo y por ti,
y enséñame a ser siempre fiel a tu Evangelio,
en la unidad de la Iglesia y en la caridad fraterna.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy resuena en mi interior esta expresión: “Sufre conmigo por el Evangelio.” No estoy solo en mis luchas: Cristo camina conmigo y me sostiene, y en la comunión de la Iglesia encuentro hermanos que comparten la misma esperanza.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Jaculatoria de San Cipriano
“No puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia por Madre.”
Que los santos Cornelio y Cipriano nos inspiren a vivir la unidad de la Iglesia y la fidelidad al Evangelio con valentía, aun en medio de las pruebas.
Pbro. Alfredo Uzcátegui.
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