15 de septiembre — Nuestra Señora de los Dolores
“Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre” (Jn 19,25)
Memoria de Nuestra Señora de los Dolores.
María, fiel discípula de
la Palabra hecha carne, permaneció de pie junto a la Cruz, compartiendo el
dolor de su Hijo y confiando en la promesa de la resurrección.
San Alfonso María de Ligorio: “Oh Madre, traspasada de dolores, alcánzame
amar a Jesús con un corazón fiel y agradecido.”
Lectio – Leer la Palabra
El Evangelio de san Juan nos presenta a María junto a la Cruz de su Hijo. No se aleja ni huye, sino que permanece firme, unida a Jesús en el momento supremo de la redención. Ella encarna la fidelidad de quien escucha la Palabra y la guarda hasta el final.
Meditatio – Meditar la Palabra
¿Cómo reacciono yo ante el dolor y las cruces de la vida? María me enseña a no huir, sino a permanecer con fe y esperanza, confiando en que Dios transforma el sufrimiento en salvación. Estar junto a los que sufren es vivir el Evangelio.
Oratio – Orar con la Palabra
Madre Dolorosa,
tú que permaneciste al pie de la Cruz,
enséñame a ser fiel en las pruebas,
a acompañar a quienes sufren,
y a confiar en la victoria de la resurrección
cuando la oscuridad me rodee.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy me quedo en silencio contemplando a María al pie de la Cruz. Su dolor no es desesperación, sino fe confiada en el plan de Dios. En su corazón herido late la esperanza que sostiene a toda la Iglesia.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Jaculatoria de San Alfonso María de Ligorio
“Oh Madre, traspasada de dolores, alcánzame amar a Jesús con un corazón fiel y agradecido.”
Que la memoria de Nuestra Señora de los Dolores nos ayude a permanecer fieles al pie de la Cruz, confiando en el triunfo del amor de Dios.
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