13 de septiembre — San Juan Crisóstomo
“El
que me ama guardará mi Palabra” (Jn 14,23)
San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia.
Amar a Cristo es obedecer su Palabra, dejar que ella habite en nosotros y se
convierta en norma de vida.
San Juan Crisóstomo: “¡Gloria a Dios por todo!”
Lectio – Leer la Palabra
Jesús enseña que el verdadero amor se demuestra en la fidelidad a su Palabra. No basta con sentimientos o devociones; amar es obedecer, guardar y poner en práctica lo que Él nos ha dicho.
Meditatio – Meditar la Palabra
¿Guardo la Palabra de Dios en mi corazón como tesoro vivo? El ejemplo de San Juan Crisóstomo —“boca de oro”— nos recuerda la fuerza transformadora de la Escritura cuando se predica y se vive. Su amor a la verdad lo llevó a defender con valentía el Evangelio frente a las injusticias, incluso sufriendo destierro.
Oratio – Orar con la Palabra
Señor
Jesús,
enséñame a amarte no solo con palabras,
sino guardando fielmente tu Evangelio.
Haz que mi vida sea testimonio
de obediencia y de amor verdadero a tu Palabra.
Contemplatio – Guardar en el corazón
Hoy guardo en mi interior esta certeza: “El que me ama guardará mi Palabra.” Contemplo el amor de Cristo que se manifiesta en la obediencia de los santos y pido que mi corazón sea terreno fecundo para su Palabra.
Actio – Poner en práctica la Palabra
Jaculatoria de San Juan Crisóstomo
“¡Gloria a Dios por todo!”
Que la memoria de San Juan Crisóstomo nos anime a vivir con coherencia, predicar con valentía y amar de verdad a Cristo guardando su Palabra en el corazón.
Pbro. Alfredo Uzcátegui.
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