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SEP
2024

Tomar la Cruz y Seguir a Cristo: La Fe que se Vive en Obras

Tomar la Cruz y Seguir a Cristo: La Fe que se Vive en Obras


Concede,  Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel. Si 36,18


Domingo XXIV del Tiempo Ordinario.


En este Domingo XXIV del Tiempo Ordinario, la liturgia de la Palabra nos ofrece un profundo mensaje sobre la fe, el sufrimiento, y la respuesta humana ante el llamado de Dios. A través de las lecturas del Libro del Profeta Isaías (50, 5-9), el Salmo 114, la Segunda Carta del Apóstol Santiago (2, 14-18), y el Evangelio según San Marcos (8, 27-35), somos invitados a reflexionar sobre la importancia de la entrega total a Dios y el seguimiento fiel de Cristo, especialmente en el camino de la cruz.


Del Libro del Profeta Isaías 50, 5-9

El pasaje de Isaías presenta al Siervo Sufriente, una figura que prefigura a Cristo en su Pasión. El Siervo, a pesar de las persecuciones y humillaciones, no ofrece resistencia, sino que confía plenamente en Dios, quien lo vindicará. Esta lectura resalta la obediencia y confianza total en Dios, incluso en medio del sufrimiento. El Siervo escucha y acepta la voluntad divina, no se retira ante la adversidad, sabiendo que Dios es su fuerza y defensa.


Salmo 114

El salmista proclama: "Caminaré en presencia del Señor en el país de los vivos". Este salmo es un himno de acción de gracias, reconociendo la bondad y misericordia de Dios al salvar al justo de la muerte. El creyente expresa su gratitud al Señor, quien escucha sus súplicas y lo libera de las aflicciones. En el contexto de las lecturas, el Salmo nos invita a confiar en el Señor, a reconocer su presencia en nuestras vidas, especialmente en los momentos de dificultad.


Carta del apóstol Santiago 2, 14-18

La carta de Santiago es una llamada a la coherencia entre fe y obras. El apóstol nos recuerda que una fe sin obras está muerta. La verdadera fe en Cristo debe manifestarse en acciones concretas de amor y caridad. Esta enseñanza tiene una relevancia especial hoy en día, cuando tantas personas necesitan ver el testimonio vivo del amor cristiano a través de nuestras acciones. Santiago nos desafía a no quedarnos en las palabras, sino a actuar en favor de los demás, demostrando así la autenticidad de nuestra fe.


Evangelio según  San Marcos 8, 27-35

El Evangelio según San Marcos nos presenta uno de los momentos más importantes en la vida pública de Jesús: la confesión de Pedro. Jesús pregunta a sus discípulos: "¿Quién dicen que soy yo?". Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, responde: "Tú eres el Mesías". Sin embargo, cuando Jesús revela el destino del Mesías —su sufrimiento, muerte y resurrección—, Pedro no lo comprende y lo reprende. Jesús, con firmeza, lo corrige: "Apártate de mí, Satanás, porque no piensas como Dios, sino como los hombres". Este pasaje nos enseña que seguir a Cristo implica abrazar la cruz y renunciar a nuestras propias seguridades. El discipulado auténtico exige sacrificio y una entrega total a la voluntad de Dios.


La enseñanza de este Domingo nos desafía a vivir una fe que se manifieste en obras, a aceptar con humildad la voluntad de Dios, incluso cuando incluye el sufrimiento, y a seguir a Cristo con una entrega total. Como nos enseña el Magisterio de la Iglesia, la cruz no es un símbolo de derrota, sino de victoria en el amor, pues a través de ella alcanzamos la salvación. La doctrina de la Iglesia Católica nos recuerda que nuestra participación en la vida de Cristo implica tanto gozo como sacrificio. Solo siguiendo a Cristo en su totalidad —en sus enseñanzas y en su cruz— podemos experimentar la plenitud de la vida en Él.


"La verdadera fe no se queda en palabras, sino que se traduce en obras de amor, en una entrega generosa al servicio de los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo."


Un sentimiento de gratitud hacia Dios, que nos da la fortaleza para enfrentar el sufrimiento con esperanza y confianza, sabiendo que Él siempre camina con nosotros.


Hoy, meditemos sobre cómo podemos transformar nuestra fe en acciones concretas. Busquemos oportunidades para servir a los demás, especialmente a los más necesitados, y aceptemos las dificultades de la vida como parte de nuestro seguimiento de Cristo. Que cada uno de nosotros se pregunte: ¿Qué obra de amor puedo hacer hoy para manifestar mi fe viva?


En conclusión, las lecturas de este Domingo XXIV nos llaman a vivir una fe activa, a confiar en Dios incluso en medio del sufrimiento y a seguir a Jesús con plena convicción, sabiendo que solo a través de la cruz alcanzamos la gloria de la resurrección.


No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. Ga 6,14


Tomar la Cruz y Seguir a Cristo: La Fe que se Vive en Obras

1 comentario

Escrito por Adis Lopera el 16/09/2024 a las 3:59

Señor Jesús danos fuerza para llevar nuestra cruz cada día, con amor, y lo podamos demostrar a través de nuestras obras, con los hermanos.

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