Miércoles 11 de junio de 2025 – Semana X del Tiempo Ordinario
San Bernabé, apóstol – Memoria Obligatoria
"El Señor ha revelado a las naciones su justicia" (Sal 97)
Un llamado a vivir el Evangelio con generosidad apostólica
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Hoy, en medio del Tiempo Ordinario que retomamos con alegría tras la riqueza de la Pascua, la Ascensión y Pentecostés, la Iglesia nos propone una figura entrañable: San Bernabé, apóstol y compañero de San Pablo. La liturgia de este miércoles 11 de junio —a la luz del Libro de los Hechos de los Apóstoles (11,21b-26; 13,1-3), el Salmo 97, y el Evangelio según San Mateo (10,7-13)— nos ofrece una hermosa oportunidad para redescubrir el rostro misionero y esperanzado de nuestra fe, en sintonía con el Año Santo Jubilar 2025.
1. San Bernabé: Apóstol de la esperanza y la comunión
Bernabé, cuyo nombre significa “hijo del consuelo” (cf. Hch 4,36), fue un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. No fue elegido entre los Doce inicialmente, pero la Iglesia, reconociendo su testimonio y su vida, lo honra como apóstol por su entrega misionera. Es él quien da el primer voto de confianza a Pablo cuando muchos temían al antiguo perseguidor. Es él quien colabora generosamente en la evangelización de los paganos. Es él quien aparece en momentos clave de comunión eclesial.
San Bernabé nos enseña que el apostolado no se trata de títulos, sino de disponibilidad, de apertura a la acción del Espíritu Santo, de alegría en anunciar a Jesús. En un mundo que a menudo levanta muros, Bernabé nos impulsa a construir puentes, a integrar, a escuchar y a acompañar.
2. Una Iglesia en salida, movida por el Espíritu (Hch 13,1-3)
El pasaje de los Hechos de los Apóstoles nos muestra una Iglesia viva, orante y atenta al Espíritu. En medio de la comunidad de Antioquía, el Espíritu Santo indica: “Resérvenme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado”. Este es un momento fundacional de la misión ad gentes. La misión nace del discernimiento comunitario y la oración, no de iniciativas humanas sin fundamento espiritual.
¿Y tú? ¿Estás atento a la voz del Espíritu en tu parroquia, en tu familia, en tu corazón? En este Año Santo Jubilar, cada uno debe preguntarse: ¿qué obra me está pidiendo hoy el Señor?
3. Anuncien que el Reino de los Cielos está cerca (Mt 10,7-13)
El Evangelio nos sitúa en el corazón del envío misionero: “Anuncien que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen demonios. Gratis lo recibieron, denlo gratis”.
Este mandato del Señor a sus apóstoles sigue vigente. Hoy somos nosotros los enviados. En nuestras familias, barrios, escuelas, oficinas y redes sociales, estamos llamados a vivir y anunciar el Reino de Dios, no como algo lejano o etéreo, sino como una realidad que comienza ya cuando perdonamos, servimos, defendemos la dignidad, cuidamos a los débiles y compartimos el pan.
4. El Jubileo 2025: Una misión que continúa con esperanza
El Jubileo 2025, convocado por el Papa Francisco de feliz memoria, es una oportunidad de gracia que el actual Sucesor de Pedro, el Papa León XIV, nos invita a continuar viviendo con fidelidad y entusiasmo, como verdaderos peregrinos de esperanza. Este tiempo jubilar nos impulsa a redescubrir el corazón del Evangelio, a renovar nuestra fe y a responder al llamado del Espíritu Santo en la vida diaria, como lo hizo San Bernabé, apóstol de comunión y misión.
Aprovechemos este tiempo ordinario —que no es sinónimo de monotonía, sino de continuidad en la gracia— para:
5. Pensamiento, sentimiento y acción para hoy
Pensamiento:
“Dios no llama a los más capaces, sino que capacita a los que llama. Como a
Bernabé, también a ti el Espíritu te elige hoy.”
Sentimiento:
Siente en tu corazón el deseo de ser enviado, no por tus méritos, sino por el
amor gratuito de Dios que confía en ti.
Acción:
Hoy, como signo de tu compromiso apostólico, haz una obra de misericordia
concreta y ofrece una oración especial por los misioneros de la Iglesia.
Oración final
Señor Jesús, que llamaste a
San Bernabé a ser apóstol de tu Reino, haznos instrumentos de tu paz.
Concédenos vivir este Año Santo como verdaderos peregrinos de esperanza. Que tu
Espíritu nos impulse, como a Bernabé y Pablo, a llevar tu Palabra con valentía,
alegría y humildad.
Amén.
Parroquia de Santa Ana y San
Joaquín – Año Santo Jubilar 2025
"El Señor ha revelado a las naciones su justicia… y a nosotros nos ha
confiado su anuncio."
(Salmo 97)
Pbro. A.J.U.M.
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