En este mes especial de dedicación a la Biblia, reflexionemos sobre Romanos 1, 16 Pues yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, en primer lugar del judío, pero también del griego. Estas palabras del apóstol Pablo nos recuerdan la importancia de proclamar con valentía y amor el Evangelio de Jesucristo, sabiendo que es a través de él que encontramos la verdadera salvación y vida eterna.
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