En el mes dedicado a la Biblia, meditemos en Jeremías 23, 29: "¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?". Estas palabras revelan la potencia de la Palabra divina para transformarnos, purificarnos y fortalecernos. Así como el fuego purifica y el martillo da forma, la Palabra de Dios nos moldea y nos lleva hacia una vida plena y conforme a Su voluntad.
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