Dejen que los niños se acerquen a mí, y no se lo impidan, porque de ellos es el Reino de Dios, dice el Señor.
Santa Ángela de Merici, ejemplo de esperanza y entrega en el Jubileo de los Peregrinos de Esperanza
Hoy, lunes de la tercera semana del Tiempo Ordinario, la liturgia nos invita a reflexionar sobre la grandeza de la redención en Cristo, la victoria del bien sobre el mal y el llamado a vivir como verdaderos peregrinos de esperanza. Celebramos también a Santa Ángela de Merici, una mujer que dedicó su vida a la educación y la formación cristiana, recordándonos que cada acción cotidiana puede ser un acto de amor y esperanza.
Santa Ángela de Merici nació el 21 de marzo de 1474 en Desenzano del Garda, Italia. Fue llamada a la presencia del Señor el 27 de enero de 1540 en Brescia, Italia. Sus restos descansan en la iglesia de Santa Ángela Merici en Brescia, donde son venerados por fieles de todo el mundo.
Santa Ángela es la patrona de los huérfanos y de los educadores cristianos, recordándonos la importancia de formar a las futuras generaciones en la fe y los valores del Evangelio.
Reflexión sobre la Palabra de Dios
En la primera lectura, de la Carta a los hebreos (9,15.24-28), se nos presenta a Cristo como el mediador de una nueva alianza. Su sacrificio no es repetitivo ni limitado, sino único y definitivo. Ha entrado en el cielo para presentarse ante Dios en nuestro favor, ofreciendo su sangre para redimirnos de nuestros pecados. Esta obra perfecta de Cristo nos llena de esperanza: él ha vencido al pecado y nos abre las puertas de la vida eterna.
El Salmo 97 nos invita a "cantar al Señor un canto nuevo" porque ha hecho maravillas. La victoria de Dios sobre el mal se manifiesta en la historia de la salvación y en nuestras vidas. Este canto nuevo es una expresión de gratitud y esperanza, un llamado a reconocer las maravillas que Dios sigue realizando en el mundo y en cada uno de nosotros.
En el Evangelio según San Marcos (3,22-30), vemos a Jesús enfrentándose a quienes lo acusan de expulsar demonios con el poder de Beelzebú. Su respuesta es clara: un reino dividido no puede mantenerse en pie. Con esta enseñanza, Jesús nos llama a la unidad en el bien y nos advierte sobre el peligro de rechazar al Espíritu Santo, quien obra en nosotros para llevarnos a la verdad y la salvación. Esta unidad en el bien es una fuente de esperanza para la humanidad.
Santa Ángela de Merici: Un modelo de esperanza activa
Santa Ángela de Merici, fundadora de la Compañía de Santa Úrsula, dedicó su vida a la educación de niñas y jóvenes, promoviendo su dignidad y formación cristiana. En una época de grandes desafíos sociales y religiosos, su visión fue profética: formar a las futuras generaciones en la fe y los valores del Evangelio.
Lo que podemos aprender de Santa Ángela para nuestra vida de fe:
Lo que debemos imitar de ella:
Vivir el Jubileo de los Peregrinos de Esperanza
En este año jubilar, somos llamados a ser peregrinos de esperanza, renovando nuestra fe y participando en las gracias que la Iglesia nos ofrece. Las indulgencias jubilares son un regalo que nos ayuda a crecer en santidad y a experimentar la misericordia de Dios de manera plena.
Para ganar las indulgencias en este Jubileo:
Reflexiona sobre la obra redentora de Cristo y cómo él te llama a ser un testigo de esperanza en el mundo.
Siente la alegría y la paz que provienen de saber que Dios siempre está contigo, guiándote hacia la plenitud de la vida eterna.
Dedica tiempo esta semana para realizar una obra de misericordia, ya sea material o espiritual. Ofrece tus acciones a Dios como un signo de tu compromiso con el Evangelio.
Que Santa Ángela de Merici interceda por nosotros y nos inspire a vivir con esperanza activa, construyendo un mundo más justo y lleno del amor de Cristo. Amén.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. 2Tm 1,10
Santa Angela ruega por nuestros hijos en Panamá y el mundo entero, para que sean fieles testigos de Dios..
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