San Juan María Vianney. Santo Cura de Ars. Patrono de los párrocos y sacerdotes.

Del Santo Evangelio según San Juan 6,24-35: "Yo soy el pan de vida"

En el pasaje del Evangelio de San Juan 6,24-35, encontramos a Jesús revelándose como el "pan de vida". Este discurso tiene lugar después del milagro de la multiplicación de los panes y los peces, donde Jesús alimentó a una multitud con cinco panes y dos peces. La gente, habiendo experimentado este milagro, busca a Jesús no por su mensaje, sino por el alimento físico que les proporcionó. Jesús, consciente de sus motivaciones, les insta a buscar el alimento que perdura para la vida eterna.

El Pan de Vida: La Eucaristía

La Iglesia Católica enseña que en la Eucaristía, Jesús está presente de manera real y substancial bajo las especies del pan y el vino. Esta enseñanza se fundamenta en las palabras mismas de Jesús: "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; el que cree en mí, nunca tendrá sed" (Jn 6,35). El Concilio de Trento reafirmó esta doctrina, declarando que, en el sacramento de la Eucaristía, Cristo está "verdaderamente, realmente y substancialmente presente" (DS 1651).

La Eucaristía es, por tanto, el alimento del alma y la fuente de gracia para los pecadores que buscan la santidad. San Juan María Vianney, cuya fiesta celebramos hoy, vivió y promovió esta verdad con fervor. Él, conocido como el Santo Cura de Ars, dedicaba largas horas al sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la Santa Misa, comprendiendo profundamente que la Eucaristía es el centro de la vida cristiana.

"La Eucaristía es la fuente y cumbre de toda la vida cristiana" (Lumen Gentium, 11). Reflexionemos sobre la inmensa gracia que tenemos al recibir a Cristo mismo en la Eucaristía. ¿Cómo podemos valorar más este don divino y permitir que transforme nuestras vidas?

Al acercarnos al altar para recibir la Sagrada Comunión, hagámoslo con un corazón contrito y lleno de gratitud. Sintamos la presencia viva de Jesús que nos nutre, nos fortalece y nos guía en nuestro camino hacia la santidad.

Dediquemos tiempo a la adoración eucarística, reconociendo y adorando la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento. Además, oremos por nuestros sacerdotes, en especial por nuestro párroco, el padre Anel Sánchez, y nuestro vicario parroquial, el padre Alfredo Uzcátegui, para que continúen siendo fieles servidores de Cristo y administradores de sus sagrados misterios.

Que San Juan María Vianney interceda por todos los sacerdotes, para que, como él, sean ardientes promotores de la devoción a la Eucaristía y guías espirituales de sus comunidades.

San Juan María Vianney, conocido como el Santo Cura de Ars, es recordado por su profunda espiritualidad y sus enseñanzas sobre la vida cristiana y la Eucaristía. Aquí hay algunas frases relevantes que reflejan su sabiduría y devoción:

1. Sobre la Eucaristía:

   - "La Santa Misa es la devoción de los santos."

   - "Si conociéramos el valor de la Santa Misa, nos moriríamos de alegría."

   - "Nuestro Señor está ahí, escondido, esperando que vayamos a visitarlo y pedirle lo que queramos."

2. Sobre la oración y la fe:

   - "La oración es a la vez la cosa más fácil y más difícil de hacer: es la más fácil cuando se la practica con perseverancia y fe; es la más difícil cuando se la deja a un lado."

   - "No son las largas oraciones, sino las oraciones cortas y fervorosas las que llenan el corazón de Dios."

   - "Los santos no se hicieron santos en sus propios méritos, sino por la gracia y el amor de Dios."

3. Sobre la vida cristiana:

   - "El hombre ha sido creado por amor y para amar. Nada más."

   - "Las virtudes son como las flores en el jardín del alma. La humildad es la raíz de todas las virtudes."

   - "Para ser santo, basta con querer serlo."

4. Sobre el sacerdocio:

   - "El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús."

   - "Dejad una parroquia veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias."

   - "Un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el mayor tesoro que el buen Dios puede conceder a una parroquia y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina."

Estas frases del Santo Cura de Ars siguen siendo una fuente de inspiración para todos los fieles, recordándonos la importancia de la Eucaristía, la oración y la vida cristiana vivida con humildad y amor.