San Atanasio: Testigo de la Verdad y Luz en el Camino Pascual

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San Atanasio: Testigo de la Verdad y Luz en el Camino Pascual

Viernes 2 de mayo de 2025 | Segunda Semana de Pascua | Año Santo Jubilar

"El Señor es mi luz y mi salvación. Aleluya." (Salmo 26)

Hoy, en esta luminosa jornada de la Pascua, celebramos la memoria de San Atanasio, uno de los grandes Padres de la Iglesia, un campeón incansable de la fe verdadera. En este Año Santo Jubilar, su figura resplandece como una invitación a sostenernos firmemente en la verdad revelada, viviendo con esperanza activa nuestro camino hacia el futuro que Dios prepara.

La liturgia de este día nos guía con lecturas de profunda enseñanza:

• Hechos de los Apóstoles 5, 34-42: Nos muestra cómo los apóstoles, ante las amenazas, no se desalientan, sino que se alegran de sufrir por el Nombre de Jesús. Esta actitud nos impulsa a no tener miedo de ser testigos valientes de nuestra fe, aun cuando experimentemos incomprensiones o rechazos.
• Salmo 26 proclama con fuerza: "El Señor es mi luz y mi salvación". En medio de las dificultades, es el Señor quien nos ilumina el camino y sostiene nuestra vida. ¡Él nunca nos abandona!
• Juan 6, 1-15 relata la multiplicación de los panes, anticipo del don eucarístico. Jesús no sólo alimenta el cuerpo, sino que prepara el alma para el alimento que da vida eterna. En este Año Jubilar, estamos llamados a redescubrir la centralidad de la Eucaristía como fuente de toda esperanza y renovación.

San Atanasio: Defensor de la Fe

San Atanasio de Alejandría (c. 295–373) fue un gran teólogo y obispo egipcio, incansable defensor de la divinidad de Cristo en tiempos de fuerte crisis doctrinal. Luchó especialmente contra la herejía arriana, que negaba que Jesús fuera verdaderamente Dios.

• Elección como obispo: Fue elegido obispo de Alejandría en el año 328, a una edad relativamente joven.
• Exilios: Pasó diecisiete años en el exilio, enviado fuera de su diócesis en cinco ocasiones debido a la oposición de los seguidores del arrianismo. Su fidelidad al Credo de Nicea fue inquebrantable.
• Obras destacadas:
• "Sobre la Encarnación del Verbo": Un tratado fundamental sobre el misterio de Cristo.
• "Vida de San Antonio Abad": Una biografía que influyó enormemente en la expansión del monacato.
• Frase importante:

"Dios se hizo hombre para que el hombre pudiera llegar a ser Dios."

• Fallecimiento: Murió el 2 de mayo del año 373 en Alejandría, y fue proclamado Doctor de la Iglesia.

Su vida nos recuerda que la fidelidad a Cristo exige perseverancia, valentía y una profunda vida de oración.

Vivir el Año Jubilar al estilo de San Atanasio

En este Año Santo, San Atanasio nos invita a:

• Fortalecer nuestra fe: No aceptar compromisos cuando se trata de la verdad del Evangelio.
• Abrazar la Eucaristía: Jesús es el Pan de Vida que multiplica en nosotros la gracia.
• Caminar en la luz: Como enseña el Salmo de hoy, confiando que el Señor guía cada paso, incluso en la oscuridad.
• Ser testigos valientes: Alegres de pertenecer a Cristo, aun si esto implica incomprensiones o sacrificios.

Acciones concretas para hoy:

• Participar de la Santa Misa con especial gratitud.
• Visitar a Jesús Sacramentado y renovar la propia consagración a la verdad del Evangelio.
• Leer algún fragmento de "Sobre la Encarnación del Verbo" para alimentar la fe en Cristo verdadero Dios y verdadero hombre.
• Rezar el Salmo 26 con confianza filial.

Con San Atanasio, custodiemos la luz de la fe

El testimonio de San Atanasio nos impulsa a vivir este tiempo pascual como auténticos discípulos de la verdad. Que su intercesión nos alcance la gracia de ser hombres y mujeres luminosos, que edifican la Iglesia con su fe firme y su esperanza inquebrantable.

¡El Señor es nuestra luz y nuestra salvación!
¡Vivamos con alegría este Año Jubilar, sembrando luz en el mundo!

Oración final: Bajo la luz de San Atanasio

Señor Dios nuestro,
que fortaleciste a San Atanasio para defender la fe en medio de tantas pruebas,
concédenos, por su intercesión,
vivir firmes en la verdad, alegres en la esperanza
y valientes en el amor,
para que, sostenidos por la luz de tu salvación,
anunciemos con nuestra vida
que Cristo es Señor para gloria de Dios Padre.

Amén.

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