Caminemos en la luz de Cristo, peregrinos de esperanza
Jueves de la III Semana del Tiempo Ordinario – 30 de enero de 2025
“Mantengamos firme la confesión de la esperanza” (Hb 10,23)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
La Palabra de Dios de este jueves de la III Semana del Tiempo Ordinario nos invita a vivir con fe y esperanza nuestra vocación cristiana. En la primera lectura de la Carta a los Hebreos (10,19-25), el apóstol nos exhorta a acercarnos a Dios con un corazón sincero, manteniendo firme nuestra esperanza en sus promesas. El Salmo 23 nos recuerda que el Señor es nuestro refugio y pastor, y el Evangelio de Marcos (4,21-25) nos llama a irradiar la luz de Cristo y a vivir en plenitud el don que hemos recibido.
Hoy, en el marco del Año Jubilar 2025, "Peregrinos de Esperanza", estas lecturas nos animan a caminar con confianza, dejando que la luz del Evangelio ilumine nuestro camino y el de aquellos que nos rodean.
1. Un llamado a la confianza en Dios (Hebreos 10,19-25)
La Carta a los Hebreos nos recuerda que, gracias a Cristo, tenemos acceso directo al Padre. Su sacrificio en la cruz nos ha abierto un camino nuevo y vivo, y Él mismo es nuestro sumo sacerdote, intercediendo por nosotros. Por eso, el autor sagrado nos exhorta:
En este Año Jubilar, la Iglesia nos invita a profundizar en la esperanza que brota del corazón de Dios. No importa cuán difíciles sean las circunstancias, nuestro destino final es la gloria del Señor.
2. “Busquemos a Dios, nuestro Señor” (Salmo 23)
El Salmo responsorial nos recuerda que el Señor es nuestro pastor y guía. En este mundo lleno de incertidumbre, podemos confiar en su amor y providencia. Dios no nos abandona, nos conduce por caminos de paz y justicia.
Como Peregrinos de Esperanza, estamos llamados a buscar a Dios con un corazón abierto, dejando que su luz nos transforme y nos haga testigos del Reino.
3. La luz que no debe ocultarse (Marcos 4,21-25)
El Evangelio de hoy nos presenta una imagen poderosa:
“¿Acaso se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?” (Mc 4,21).
Jesús nos dice que nuestra fe no es para esconderse, sino para iluminar el mundo. Como discípulos, debemos ser luz en medio de las tinieblas. No podemos quedarnos encerrados en nuestra fe; debemos compartirla con generosidad.
Este mensaje nos desafía a vivir el Jubileo como un tiempo de gracia, en el que la luz de Cristo brille a través de nuestras acciones y testimonios.
Vivir el Jubileo como Peregrinos de Esperanza
El Jubileo 2025 es una oportunidad para renovar nuestra fe y esperanza. En este tiempo de gracia, estamos llamados a:
Conclusión: Una fe que se proyecta al futuro
Queridos hermanos, hoy el Señor nos llama a mantenernos firmes en la esperanza. Nuestra fe no es estática; es un camino que nos lleva hacia Dios.
Que este Jubileo 2025 nos ayude a renovar nuestra entrega al Señor, confiando en su fidelidad. Sigamos adelante como Peregrinos de Esperanza, sabiendo que Dios nunca defrauda a quienes confían en Él.
María, Estrella de la Evangelización, guíanos en nuestro camino. Amén.
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