Matrimonios Comunitarios. Inscripciones Abiertas.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Nos encontramos en un momento especial de gracia en nuestra parroquia de Santa Ana, donde muchos de nuestros fieles tendrán la oportunidad de consagrar su unión matrimonial a través del sacramento del Matrimonio. Este llamado es una invitación a reconocer y vivir la profundidad del amor de Dios en nuestras vidas conyugales, más allá de un mero compromiso civil.

El Magisterio de la Iglesia Católica, a lo largo de los siglos, nos ha enseñado que el matrimonio no es simplemente un contrato legal, sino un sacramento sagrado, un signo visible del amor invisible de Dios. San Juan Pablo II nos recuerda en su exhortación apostólica *Familiaris Consortio* que “el sacramento del matrimonio eleva y transforma el amor humano, otorgándole la gracia divina que lo purifica, fortalece y enriquece” (FC 13). Este sacramento es una fuente inagotable de gracia que sostiene a los esposos en su camino hacia la santidad, permitiéndoles vivir su vocación con fidelidad, amor y alegría.

Ejemplos luminosos de esposos santos, como los padres de Santa Teresa del Niño Jesús, Luis y Celia Martin, nos muestran que la santidad en el matrimonio es posible y fecunda. Ellos vivieron su amor conyugal en una entrega total a Dios y a su familia, convirtiendo su hogar en un verdadero santuario de vida y fe. Su testimonio nos inspira a vivir nuestro matrimonio como un camino de santificación mutua y de servicio generoso.

El matrimonio civil, aunque tiene su importancia en la estructura social y legal, no puede conferir la gracia sacramental que transforma y eleva la unión conyugal a una dimensión divina. La gracia del sacramento del Matrimonio nos fortalece para enfrentar juntos los desafíos, para perdonar y pedir perdón, para crecer en amor y en virtud, y para educar a nuestros hijos en la fe cristiana.

Por ello, animamos a todos los matrimonios que aún no han recibido este sacramento a unirse en la celebración del matrimonio comunitario que tendrá lugar en nuestra parroquia de Santa Ana. Es una oportunidad única para abrirse al amor transformador de Dios y para testimoniar ante el mundo la belleza y la santidad del matrimonio cristiano.

Que la Sagrada Familia de Nazaret, modelo perfecto de amor y unión, les guíe y acompañe en este paso tan importante. Que el Señor les bendiga y les conceda la gracia de vivir plenamente su vocación matrimonial, siendo luz y testimonio de su amor en el mundo.

Con cariño y oraciones,

Padre Alfredo Uzcátegui.

Vicario parroquial.