¡Hoy es el día de la salvación! Reflexión para el Jueves del Tiempo Ordinario: San Marcelo I, Papa
Hoy, jueves 16 de enero de 2025, la Iglesia nos invita a meditar sobre textos que iluminan nuestra fe y nos llaman a la conversión. En este día, también celebramos la memoria de San Marcelo I, papa y mártir, quien, con su vida, nos muestra el valor de perseverar en la fe a pesar de las adversidades. En el contexto del Año Santo Jubilar, como peregrinos de esperanza, estas lecturas nos desafían a abrir el corazón a la voz de Dios y a vivir con renovada confianza en su misericordia.
Primera lectura: hebreos 3, 7-14
El autor de la carta a los hebreos nos exhorta con palabras urgentes: “Hoy, si escucháis su voz, no endurezcáis vuestro corazón”. Este “hoy” es un recordatorio de que la salvación no es algo lejano ni abstracto, sino una realidad presente. El Espíritu Santo nos llama a no caer en la incredulidad ni en la indiferencia, como lo hicieron algunos en el desierto. La fe es una decisión diaria, un camino constante que debemos recorrer juntos, animándonos unos a otros para no ser engañados por el pecado.
En este Jubileo, somos invitados a redescubrir el valor de la comunidad y la fraternidad. La fe no se vive en solitario; es un camino compartido donde el testimonio mutuo fortalece nuestra esperanza.
Salmo 94: “Señor, que no seamos sordos a tu voz”
El salmista nos lleva a alabar a Dios y a abrir el corazón a su voz. Este salmo es una invitación a reconocer la grandeza del Creador y a no caer en la tentación de la dureza de corazón. Nos recuerda que Dios es fiel, pero también justo, y que nuestra respuesta debe ser la escucha atenta y obediente.
El Jubileo nos impulsa a ser sensibles a la voz de Dios en los pobres, los enfermos y los marginados. Escuchar su voz significa también reconocer su presencia en los más pequeños de nuestros hermanos.
Evangelio: Marcos 1, 40-45
En el Evangelio de hoy, vemos a un leproso que se acerca a Jesús con fe y humildad, diciendo: “Si quieres, puedes limpiarme”. La respuesta de Jesús es inmediata y llena de compasión: “Quiero, queda limpio”. Este milagro no solo es una sanación física, sino también una restauración a la comunidad. La lepra, que simbolizaba el pecado y la exclusión, es superada por el poder del amor y la misericordia de Dios.
En este Año Santo Jubilar, este pasaje nos desafía a ser instrumentos de reconciliación y sanación. Como Jesús, estamos llamados a tocar las heridas del mundo con amor y a llevar esperanza a quienes se sienten excluidos.
Reflexión para nuestra vida
La Palabra de Dios hoy nos invita a:
Vivámoslo en el Jubileo
Este Año Santo Jubilar, bajo el lema “Peregrinos de esperanza”, es una ocasión para:
Oración final
Señor, que no seamos sordos a tu voz. Ayúdanos a vivir este día con corazones abiertos a tu gracia, fortalecidos por tu amor y dispuestos a ser instrumentos de tu paz. Que, como San Marcelo I, seamos testigos fieles de tu Reino, llevando esperanza al mundo. Amén.
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