El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar. Mt 13,33.
Esperanza y Camino Hacia la Vida Eterna: Reflexiones para el Año Santo Jubilar
En este tiempo privilegiado del Año Santo Jubilar, la Iglesia nos invita a redescubrir la misericordia de Dios y el llamado a una conversión profunda del corazón. Las lecturas de hoy nos ofrecen una guía espiritual que nos orienta hacia un futuro lleno de esperanza.
Del Libro del Eclesiástico (Sirácida) 17,20-28: Aquí encontramos un llamado insistente a la conversión. El autor del Sirácida nos recuerda que, a pesar de nuestros errores, el Señor sigue siendo un Dios de misericordia y compasión. "Vuelve al Señor y abandona tus pecados, suplica en su presencia y reduce tus ofensas" (v. 25). En este Año Jubilar, estas palabras resuenan con un eco especial, invitándonos a volver a Dios con todo nuestro corazón, confiando en su infinita capacidad para perdonar.
Salmo 31: Este salmo es un canto de confianza y esperanza en el perdón de Dios. "Perdona, Señor, nuestros pecados", nos recuerda que nuestra relación con Dios se fundamenta en su misericordia y en nuestra capacidad para arrepentirnos. En el contexto jubilar, este salmo nos anima a reconocer nuestras faltas y a buscar el rostro del Señor, sabiendo que Él está siempre listo para restaurar y renovar.
Del santo Evangelio según San Marcos 10,17-27: El encuentro de Jesús con el joven rico es profundamente significativo. El joven, que parece tenerlo todo, siente, sin embargo, que le falta algo esencial. Jesús lo llama a dejarlo todo para seguirlo, ofreciéndole un tesoro en el cielo. La enseñanza es clara: lo que el mundo ofrece es efímero; solo lo que se construye con y para Dios tiene valor eterno. "Para los hombres es imposible, pero no para Dios; porque todo es posible para Dios" (v. 27). En este año de gracia, somos llamados a confiar plenamente en el poder de Dios para transformar nuestras vidas.
Elementos para Vivir el Año Santo Jubilar:
Este Año Santo Jubilar es una invitación a renovar nuestra vida en Cristo y a redescubrir el camino que lleva a la verdadera felicidad y a la vida eterna. Que las lecturas de hoy nos inspiren a avanzar con fe y esperanza, confiando siempre en la providencia divina y en la gracia abundante que Dios ofrece a quienes le buscan con corazón sincero.
«El Amor no es amado» exclamaba San Francisco de Asís, dolido por la indiferencia de los hombres ante el amor de Dios. En estos días de carnaval, mientras el mundo se dispersa en la fugacidad del placer, preguntémonos: ¿amamos realmente a Aquel que nos ha amado primero? No permitamos que la superficialidad nos aparte del Señor. Que nuestra alegría sea Cristo, y nuestro gozo, amarle sobre todas las cosas.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza 2Cor 8,9
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