El Camino de la Vida: Elegir a Dios con Esperanza en la Cuaresma del Año Jubilar 2025

El Camino de la Vida: Elegir a Dios con Esperanza en la Cuaresma del Año Jubilar 2025

La Cuaresma es un tiempo de conversión, de mirar con ojos nuevos nuestra vida y de elegir el camino de Dios. Hoy, la Palabra nos invita a tomar una decisión fundamental: "Mira que hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal" (Dt 30,15). Esta no es una simple elección entre dos opciones teóricas, sino una invitación a vivir plenamente, a caminar en la voluntad del Señor y a confiar en su promesa de salvación.

Dios nos ofrece la Vida

El libro del Deuteronomio nos presenta a Moisés exhortando al pueblo a tomar la mejor decisión: elegir la vida, obedeciendo la voz del Señor y amándole con todo el corazón. La verdadera vida no se encuentra en el éxito pasajero, ni en los bienes materiales, ni en el poder, sino en la comunión con Dios. Solo cuando nos abrimos a su gracia, encontramos el sentido verdadero de nuestra existencia.

Este pasaje resuena fuertemente en el Año Santo Jubilar 2025, en el que la Iglesia nos invita a ser "Peregrinos de Esperanza". Al igual que el pueblo de Israel caminó por el desierto hacia la Tierra Prometida, nosotros estamos llamados a caminar en la fe, dejando atrás el pecado y abrazando el amor de Dios. Este Jubileo es una oportunidad para renovar nuestra vida cristiana, para hacer de nuestra peregrinación en la tierra un camino de confianza en el Señor.

El Salmo de hoy nos recuerda una promesa firme:
"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor" (Sal 1).

En tiempos de incertidumbre, dificultades y crisis, podemos preguntarnos: ¿Dónde está nuestra confianza? Si la ponemos en Dios, seremos como "árboles plantados junto al río" (Sal 1,3), siempre con raíces profundas en la fe y esperanza, alimentados por la Palabra y la Eucaristía.

El Camino de la Cruz: La Esperanza de la Resurrección

El Evangelio de San Lucas (9,22-25) nos presenta a Jesús anunciando su pasión, muerte y resurrección. Para los discípulos, esta fue una revelación desconcertante. ¿Cómo podía el Mesías sufrir y morir? Pero Cristo nos enseña que el verdadero camino del discípulo pasa por la cruz:

"El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga" (Lc 9,23).

En esta Cuaresma, en el contexto del Año Jubilar, Jesús nos invita a cargar nuestra cruz con esperanza. No se trata de resignación, sino de confianza en que el amor es más fuerte que el sufrimiento y que la resurrección es la victoria final.

Este mensaje es crucial para nuestra sociedad actual, donde muchas veces se busca evitar el sacrificio, la entrega y la renuncia. Pero Cristo nos muestra que la verdadera plenitud no está en conservar la propia vida, sino en entregarla. En el amor y el servicio encontramos la alegría más grande.

Caminar como Peregrinos de Esperanza en esta Cuaresma Jubilar

El Jubileo 2025 tiene como lema "Peregrinos de Esperanza", y nos invita a vivir con alegría y confianza, mirando hacia el futuro con fe firme. Como Iglesia, estamos llamados a ser testigos de la esperanza, en medio de un mundo que muchas veces está marcado por el desaliento y la desesperanza.

En esta Cuaresma, vivámosla con un espíritu jubilar:

1. Hacer de la oración nuestro refugio y fortaleza. En el silencio del corazón, escuchamos la voz de Dios que nos llama a la vida y al bien.
2. Practicar la caridad con alegría. En este tiempo santo, se nos invita a compartir con los más necesitados, a vivir la misericordia y a ser luz para los demás.
3. Confesarnos y experimentar la misericordia de Dios. El Jubileo es un tiempo especial para acercarnos al Sacramento de la Reconciliación y renovar nuestra amistad con el Señor.
4. Hacer una peregrinación como signo de nuestro camino hacia Dios. Ya sea a un santuario, una catedral o incluso una iglesia parroquial, peregrinar nos recuerda que somos viajeros hacia la eternidad.

Elegir la Vida, Elegir a Cristo

Hoy, el Señor nos vuelve a presentar la opción fundamental: vida o muerte, bendición o maldición (Dt 30,19). En este tiempo de gracia, seamos valientes para elegir la vida, confiando en el amor de Dios y en su promesa de salvación.

Como Peregrinos de Esperanza, recordemos que nuestra vida no es un viaje sin sentido, sino un camino con una meta gloriosa: la plenitud en Dios. No temamos la cruz, porque en ella está la victoria. No nos dejemos atrapar por la desesperanza, porque Cristo ha resucitado y nos ofrece la vida eterna.

Que esta Cuaresma nos ayude a renovar nuestra fe y a caminar con alegría hacia la Pascua, sabiendo que, con Cristo, siempre hay un futuro lleno de esperanza.

Oración Final

Señor, en este tiempo de Cuaresma y en el Año Santo Jubilar,
enséñanos a elegir la vida, a confiar en tu amor y a caminar contigo.
Haznos Peregrinos de Esperanza, testigos de tu misericordia,
y sembradores de fe en nuestro mundo.
Amén.