Dios camina con nosotros y nos abre el futuro

Dios camina con nosotros y nos abre el futuro

Martes XXVI del Tiempo Ordinario – Fiesta de San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia

La liturgia de este martes nos invita a abrir el corazón a la esperanza que nace de la Palabra de Dios. El profeta Zacarías (8,20-23) nos presenta un hermoso cuadro: pueblos enteros se acercan a Jerusalén, a la casa del Señor, porque reconocen que “Dios está con ustedes”. Es una imagen de universalidad, de fraternidad, de humanidad reconciliada en torno al Dios verdadero. La promesa que ilumina este pasaje sigue vigente: los hombres y mujeres de hoy también buscan signos de paz, justicia y verdad, y anhelan encontrar en la Iglesia un lugar de acogida donde se reconozca la presencia de Dios.

El Salmo 86 nos responde con una certeza que alimenta la confianza: “Dios está con nosotros”. No estamos solos en el camino, ni abandonados en medio de las dificultades. Como Iglesia, proclamamos que el Señor se ha hecho cercano, que acompaña nuestras luchas y se manifiesta como roca firme en medio de las tormentas.

En el Evangelio de san Lucas (9,51-56) vemos a Jesús decidido a ir a Jerusalén, consciente de que allí se cumplirá su misión de amor hasta la cruz. Frente al rechazo de los samaritanos, los discípulos quieren responder con violencia, pero Jesús los corrige: el camino de Dios no es el de la venganza, sino el de la misericordia. El Maestro nos enseña que la verdadera fuerza está en el amor paciente y en la perseverancia en la misión, incluso cuando encontramos resistencia o incomprensión.

Hoy celebramos además a San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia, conocido por su ardiente carácter y, sobre todo, por su pasión por la Palabra de Dios. Él dedicó su vida al estudio y a la traducción de las Sagradas Escrituras, regalándonos la Vulgata, que durante siglos fue la Biblia de la Iglesia. San Jerónimo nos recuerda que amar a Cristo es amar su Palabra: “Ignorar la Escritura es ignorar a Cristo”. En este Mes de la Biblia, su ejemplo es un llamado a nutrirnos cada día de la Palabra viva que transforma nuestra vida y nos da dirección segura.

Una reflexión para el corazón

El mensaje de hoy es claro: Dios está con nosotros, camina a nuestro lado y nos abre un futuro de esperanza. Nos pide no responder al mal con más mal, sino con el bien que brota de la paciencia y la misericordia. Y nos invita a beber continuamente de la fuente de su Palabra, porque ella ilumina nuestras decisiones y fortalece nuestra fe.

Un sentimiento para vivir

Dejemos que en nuestro corazón reine la confianza: aun cuando el mundo rechace, critique o malinterprete el mensaje de Cristo, sabemos que Dios no abandona a su pueblo. Su Espíritu sigue guiando a la Iglesia y a cada uno de nosotros hacia la Jerusalén definitiva: el encuentro con Él.

Un compromiso para esta semana

Siguiendo el ejemplo de San Jerónimo, propongámonos abrir cada día la Biblia y meditar un pasaje, aunque sea breve. Dejemos que la Palabra nos interpele, nos consuele y nos impulse a construir paz allí donde hay división, misericordia donde hay rencor, y cercanía donde hay soledad.

Que San Jerónimo interceda por nosotros para que, como él, tengamos hambre y sed de la Palabra. Y que nuestra vida sea testimonio de que verdaderamente Dios está con nosotros.

“Señor Jesús, haz que ame tu Palabra con todo mi corazón.”

Pbro. Alfredo Uzcátegui.