DÍA 8 – Amados con un amor eterno
Palabra de Dios
“El Señor os amó.”
(Deuteronomio 7,7-8)
Reflexión del día
El amor de Dios por nosotros no depende de méritos ni logros. Como dice la Palabra, Él nos amó porque así lo quiso, con un amor libre, fiel y eterno. Ese es el mismo amor que arde en el Sagrado Corazón de Jesús, un amor personal que abraza a cada familia, tal como es, en sus luchas y alegrías.
Jesús no ama “en general”: nos ama con nombre propio, con historia, con detalles. Nos amó primero, incluso antes de que nosotros lo conociéramos. Y ese amor es fuente inagotable de consuelo para nuestras familias, especialmente cuando necesitamos recordar que no estamos solos, que hay un Corazón que late por nosotros.
Como rezan las Letanías: “Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo”, hoy te invitamos a detenerte a reconocer cuánto bien ha hecho el Señor por tu familia. El agradecimiento nos abre a la generosidad, y la generosidad transforma los hogares en hogares misioneros.
Oración del día
Sagrado Corazón de Jesús, gracias por amarnos primero, sin condiciones ni reservas. Gracias por tu amor fiel que nos sostiene cada día. Enséñanos a vivir con un corazón agradecido y a ser generosos con los demás como tú lo eres con nosotros. Amén.
Frase para meditar
“Corazón de Jesús, fuente de
todo consuelo.”
– Letanías del Sagrado Corazón
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, reúnanse en familia y hagan juntos una lista de las bendiciones que han recibido: desde los grandes regalos hasta los pequeños detalles. Luego, den gracias a Dios en voz alta por cada uno. Este ejercicio despertará el gozo del amor compartido.
Intención del día
Oremos por las familias
agradecidas y generosas:
Que su testimonio alegre y humilde inspire a otros a reconocer el bien
recibido, a compartir con los necesitados, y a convertirse en corazones que
consuelan, sanan y bendicen.
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