DÍA 4 – Un corazón nuevo para amar como Cristo
Palabra de Dios
“Os daré un corazón nuevo.”
(Ezequiel 36,26)
Reflexión del día
Dios no se conforma con lo externo; Él desea renovar lo más profundo de nuestro ser. Así como el Corazón de Jesús late lleno de amor por la humanidad, también nosotros estamos llamados a dejarnos transformar desde dentro. Un corazón nuevo no es simplemente más fuerte, sino más tierno, más compasivo, más semejante al de Cristo.
Muchos de los conflictos en nuestras familias no se resuelven con palabras, sino con corazones renovados. Es fácil endurecerse por el cansancio, la rutina o las heridas; pero hoy, el Señor nos promete algo nuevo: un corazón capaz de perdonar, de volver a empezar, de amar sin condiciones.
Las Letanías del Sagrado Corazón lo expresan con fuerza: “Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad”… porque ese fuego no destruye, sino purifica y renueva. Que nuestras familias entren hoy en ese horno de amor, y salgan más unidas, más humanas, más santas.
Oración del día
Señor Jesús, tú que haces nuevas todas las cosas, transforma nuestro corazón de piedra en uno de carne. Danos la gracia de sentir como tú sientes, de amar como tú amas, de perdonar como tú perdonas. Renueva nuestras familias con tu Espíritu. Amén.
Frase para meditar
“Corazón de Jesús, horno
ardiente de caridad.”
– Letanías del Sagrado Corazón
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy al final del día, antes de dormir, tómense un momento en familia para mirarse a los ojos y perdonarse sinceramente por cualquier ofensa, impaciencia o descuido. El perdón es el primer paso hacia un corazón nuevo.
Intención del día
Oremos por quienes han perdido
la fe en su familia:
Para que, por la acción del Espíritu Santo y el fuego del amor de Cristo,
recuperen la esperanza, la confianza y el deseo de reconstruir los vínculos.
Que el Corazón de Jesús derrame su misericordia sobre todos los hogares rotos o
desesperanzados.
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