Día 4 – 20 de julio
El silencio que da fruto
Hoy contemplamos el valor del silencio, la oración y la escucha. Nuestros
patronos vivieron en la intimidad con Dios. Acércate esta tarde, haz una pausa
y deja que el Señor hable a tu corazón.
Palabra de Dios:
«María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19).
Reflexión:
¿Dónde aprendió María a meditar las cosas de Dios? En el hogar de Ana y
Joaquín. Que nuestras casas sean también santuarios de escucha y silencio.
Frase de un santo:
«Santa Ana fue el primer espejo donde María aprendió a contemplar a Dios» –
Beata Ana Catalina Emmerick.
Propósito:
Haz un momento de silencio orante hoy y medita una palabra del Evangelio.
Día 4 – Silencio y oración
Letanía del Silencio fecundo
Santa Ana y San Joaquín... ¡Rueguen por nosotros!
Página web desarrollada con el sistema de Ecclesiared